Ante la próxima aprobación del proyecto de Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero Horizonte 2021, ASAJA da a conocer su decepción con el documento al considerar que se desatienden las demandas del sector agrícola y ganadero.
Por este motivo ASAJA ha pedido al Gobierno a través de las correspondientes alegaciones al proyecto:
•Un mayor compromiso para la creación de nuevos regadíos, concretado sobre todo en acortar los plazos para su puesta en funcionamiento.
•Cerrar la modernización de todo el regadío de Castilla y León en un plazo máximo de dos legislaturas políticas (ocho años).
•Que no se relegue a la agricultura y la ganadería a un cuarto lugar respecto a las prioridades de uso del agua, cuando hasta ahora era la segunda prioridad, después del abastecimiento de las poblaciones.
•Menos trabas y cargas burocráticas para las concesiones de aguas subterráneas.
•Que se autoricen en todas las circunstancias las captaciones de menos de 7.000 metros cúbicos, de las que dependen numerosos proyectos promovidos por ganaderos y emprendedores rurales que hoy por hoy están paralizados.
•Que no se incremente el coste de los servicios del agua a los regantes, que ya soportan el 73%.
•Que se incremente el presupuesto previsto para el nuevo plan (1.117 millones de euros), ya que se sitúa por debajo del ya exiguo del periodo anterior (1.400 millones), y apuesta por que se dote al nuevo Plan con un presupuesto superior a los 1.900 millones de euros.
•Que se aplique un principio general de rigor en el gasto, porque se echa en falta una mayor transparencia en los procesos de contratación y ejecución de la obra pública, pues los costes inicialmente previstos se incrementan exponencialmente.
•Rechazo al incremento de los márgenes y zona de policía de los cauces, así como a las nuevas restricciones que lleva implícito, convirtiendo esos terrenos en improductivos económicamente.
•Que el incremento de los caudales ecológicos no vaya en detrimento del uso para riego, respecto a los fijados en el anterior Plan, que son perfectamente válidos hoy.
•Rechazo a la obligación de constituir comunidades de usuarios por parte de los regantes de aguas subterráneas, porque debería ser algo voluntario, que se decida en función de reportar mejoras para el usuario del la concesión.
•Que se dé prioridad a un ambicioso plan de limpieza de cauces que evite los daños por inundaciones, y que la administración asuma los daños como patrimoniales e indemnice a los afectados.
•Que exista una apuesta real por un regadío más eficiente como la mejor herramienta para luchar contra los efectos de posibles sequías: la modernización del regadío permite el cambio de cultivo y adaptar la superficie regable de la explotación a la disponibilidad del recurso en el año que ocurra la sequía.