La organización denuncia que vale diez veces más que en comunidades vecinas lo que impide el control de la población de las manadas
Recogiendo la demanda de los ganaderos de la provincia que están sufriendo el recrudecimiento de los ataques del lobo, Asaja Palencia reivindica un mejor control de la población del lobo y pide que se reduzca el precio del precinto necesario para la caza de estos animales con el que poder efectuar dicho control.
Se da la circunstancia de que en comunidades vecinas como Cantabria este precinto cuesta cerca de 100 euros, mientras que en Castilla y León supera los mil euros, lo que frena notablemente la caza del lobo y fomenta el crecimiento de manadas y ejemplares.
Así se lo ha hecho saber un ganadero de La Lastra -perteneciente al ayuntamiento de Triollo- al consejero de Medio Ambiente, en una carta registrada en la Consejería en la que denuncia la muerte de 25 animales, entre vacuno y equino, en su explotación en lo que va de año, causada por los lobos.
“Sólo he podido dar parte de unos diez animales, que suponen solo un 40 por ciento de las pérdidas que he sufrido”, explica este ganadero, quien lamenta que el resto de los animales perdidos a causa de los lobos los aporta gratis para darles de comer, ya que no pueden demostrar que la muerte de sus vacas y caballos la han provocado los cánidos.
“Los ganaderos vivimos del resultado de nuestro trabajo, que son los animales, y con estas pérdidas que estamos sufriendo no resulta muy viable continuar con nuestras explotaciones. Las indemnizaciones están muy por debajo del valor real, y antes o después, si no se toman medidas, incurriremos en pérdidas y tendremos que abandonar”, se queja el afectado.
El problema se produce por el elevado número de lobos y manadas que existe en la actualidad que “se lo comen todo y no dejan restos que identificar”, sobre todo en animales pequeños, como terneros y potros de menos de 20 días. “Ahora también atacan a las vacas, pero no se aprecian las mordeduras porque después el trabajo lo terminan los buitres”.
Por ello, los ganaderos afectados exigen que se autorice la caza de más ejemplares de lobo para reducir el número de manadas, y que se reduzca el precio del precinto para hacerlo más atractivo para los cazadores. “Se hace imprescindible una nueva forma de control de la población de lobos que pueda armonizar la preocupación de los ganaderos con el resto de intereses, porque ahora los nuestros son relegados al último lugar”, explica este ganadero del norte, y finaliza su escrito asegurando que “la defensa del mundo rural que tanto se publicita por la Junta se demuestra en acciones concretas”.