Desde el pasado viernes, 1 de septiembre, está abierto el plazo para suscribir el seguro de importantes producciones agrícolas, como los cultivos herbáceos extensivos que se cosecharán en 2024. Ya pueden, pues, contratarse los módulos 1 y 2 (que incluyen los riesgos de sequía, pedrisco, no nascencia, no implantación, incendio o fauna entre sus coberturas), con novedades de interés para el agricultor sobre las que informarán a los asociados los técnicos de ASAJA-Palencia, como es habitual. Además, los productores que contrataron los módulos 1 ó 2 en secano en el plan anterior y vuelvan a suscribirlos anticipadamente (según plazos fijados por Agroseguro en función de ámbitos y del cultivo), pueden obtener una bonificación del 5%.

El consorcio asegurador destaca que la situación climática actual ha hecho de la sequía uno de los riesgos de mayor incidencia sobre los cultivos herbáceos durante la última década. Además, se registran de forma cada vez más recurrente, es decir, con un período de repetición cada vez menor.

En efecto, las sequías más severas que hemos padecido se han registrado en 2012 (con 126 millones de euros en indemnizaciones en cultivos herbáceos y más de un millón de hectáreas afectadas en todo el país), en 2017 (181 millones de euros y 1,24 millones de hectáreas con siniestro), en 2019 (84 millones de euros y un millón de hectáreas) y en 2022. En esa pasada campaña, la conjunción de falta de precipitaciones, temperaturas inusualmente elevadas y varias olas de calor elevaron las indemnizaciones por sequía en el conjunto de España a 117 millones de euros, con 1,28 millones de hectáreas afectadas.

Sin embargo, ha sido en la actual cosecha 2023, cuando el campo español ha sufrido el peor siniestro de sequía de la historia del seguro agrario, con una estimación de indemnizaciones que alcanza los 455 millones de euros, incluidos también los daños provocados por las tormentas de pedrisco del mes de junio. La superficie total siniestrada asciende a 2,4 millones de hectáreas (el 78% por sequía y el 22% por pedrisco y otros riesgos como fauna o no nascencia).

SINIESTRO HISTÓRICO. La superficie siniestrada ha crecido el 85% con respecto a 2022 y más de un 200% con respecto a 2021, según destaca Agroseguro, que ha decidido elevar el coste de las primas. Por su parte, ASAJA-Castilla y León, que cifra en el 30% el promedio de incremento del coste del seguro agrario para la nueva campaña con respecto a la pasada, ha reclamado a las administraciones central y autonómica que eleven su aportación al máximo del 70% que permite la regulación comunitaria.

Nuestra organización comprende las causas de la elevación de las primas —más que eso, nuestros agricultores y ganaderos padecen directa e indirectamente las consecuencias de esos mismos fenómenos atmosféricos—, pero también defiende que la elevación del coste de las pólizas no puede convertirse en un freno para contratar ese colchón financiero que resulta ya imprescindible para que el profesional agroganadero reduzca sus riesgos y salvaguarde el futuro económico y laboral de su explotación, máxime en la actual dificultad financiera por la que pasa nuestro sector.

Por eso, ASAJA recomienda en todo caso la contratación del seguro, como un coste productivo necesario más, al tiempo que actúa en las mesas de negociación y ante las administraciones competentes para que este servicio resulte lo más ventajoso y menos gravoso posible para la economía del profesional agroganadero./