Agroseguro ha superado ya los 400 millones de euros abonados a productores de cultivos herbáceos en España por los siniestros registrados en la actual campaña, según ha informado el consorcio. Por lo que respecta a Palencia, la pasada semana se alcanzaron ya los veinte millones pagados, lo que convierte a nuestra provincia en la cuarta de Castilla y León en volumen de indemnización, por detrás de Soria, Burgos y Valladolid.

Los agricultores de herbáceos de invierno en nuestra comunidad recibieron la pasada semana un pago cercano a los catorce millones de euros, con lo que Agroseguro habrá indemnizado daños —fundamentalmente por sequía, aunque también se incluye el pedrisco— por un importe que supera los 158 millones de euros. Esta cantidad representa aproximadamente el 86,5% de la estimación de daños que deberá compensar el consorcio a los cultivadores de herbáceos en Castilla y León.

En el conjunto de España, Agroseguro prevé pagos por 455 millones de euros por este concepto, de los que tan solo queda por saldar una décima parte. Castilla y León es, con diferencia, la comunidad autónoma en la que se han producido un mayor volumen de daño en los cultivos herbáceos (183 millones), cifra muy similar al conjunto de las tres siguientes regiones: Castilla-La Mancha (73 millones), Andalucía (61 millones) y Cataluña (53 millones).

CUARTA DE CASTILLA Y LEÓN. Con los 1,6 millones de euros liquidados la pasada semana por Agroseguro a los cultivadores de herbáceos de la provincia de Palencia, la entidad habrá saldado 20,3 millones, la cuarta cifra más elevada en Castilla y León, por detrás de las transferidas en Soria (37,3 millones), Burgos (33,4 millones) y Valladolid (27,1 millones).

Cabe recordar que los daños por la sequía también pueden haber sido cuantiosos en otras provincias de la comunidad, pero donde la contratación del seguro es menos frecuente, debido a que los rendimientos habituales y los precios de las primas (así como las posibles compensaciones en caso de siniestro) no hacen atractivo contar con esa cobertura, más usual en las provincias citadas.

La evaluación de daños en el cereal de invierno, las leguminosas y las oleaginosas empezó, a nivel nacional, el pasado mayo, en paralelo al proceso de cosecha. Acto seguido, se puso en marcha el pago de indemnizaciones que, según Agroseguro, ha logrado satisfacer en un plazo medio de aproximadamente un mes desde la tasación definitiva del siniestro.

ALARMA ANTE LA SUBIDA DE PRIMAS. Debido al incremento de las indemnizaciones por las dos sequías consecutivas registradas en 2022 y 2023, Agroseguro ha decidido aplicar importantes subidas en las tasas de seguro de cultivos herbáceos, lo que ha encendido las alarmas en la agricultura de todo el país, en especial en Castilla y León, la comunidad autónoma con más superficie asegurada. El consorcio asegura que en determinadas comarcas las tasas actuales son insuficientes para cubrir un riesgo como la sequía, que incide cada vez con mayor frecuencia e intensidad y en zonas muy extensas.

Pese a la oposición del sector y de las comunidades autónomas, el Plan 2023 entrará en vigor esta próxima campaña de contratación, que se inicia en otoño, puesto que Agroseguro contó con el respaldo de ENESA (Entidad Estatal de Seguros Agrarios), el Consorcio de Compensación de Seguros y la Dirección General de Seguros del Ministerio de Economía.

MÁS SUBVENCIÓN PÚBLICA. La directiva de ASAJA-Castilla y León analizó en su última reunión, celebrada a mediados de agosto, el impacto que esta revisión en las tarifas del seguro de herbáceos extensivos tendrá en Castilla y León, con promedios de subida del 35%, al pasar de 22€/hectárea a 30 €/hectárea.

Nuestra organización advierte, sin embargo, que las medias resultan engañosas, puesto que en unas pocas comarcas no subirá nada, mientras en otras comarcas se superarán los incrementos el 100%.

ASAJA-Castilla y León reclama a los gobiernos central y autonómico que la subvención pública al seguro llegue hasta el máximo permitido por Bruselas, cifrado en el 70%, dando prioridad a los agricultores profesionales, que viven al cien por cien del campo, para quienes suscribir el seguro constituye hoy día algo tan imprescindible como tener un tractor y obra como un pequeño colchón financiero para, en caso de siniestro, seguir produciendo./