El Gobierno de España ha publicado en el Boletín Oficial del Estado de este miércoles, 26 de julio, los criterios de concesión de las ayudas extraordinarias a los agricultores por la sequía y por los sobrecostes derivados de la guerra de Ucrania. Su importe total es de 357,7 millones de euros para el conjunto del país (cifra similar a los 355 ya aprobados en ayudas para la ganadería). Esa cantidad incluye ya los 81 millones del fondo de reserva asignados a nuestro país por la Unión Europea, que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) destina íntegramente para ayudas en frutales y otros cultivos leñosos. Como avanzó hace semanas, el MAPA mantiene a Palencia entre las zonas de afección «menos severa» por la sequía, así que el importe de la ayuda en los cultivos herbáceos de secano será la mitad que en las de afección alta. La cuantía máxima para el agricultor palentino por ese concepto se fija, pues, en 22,5 euros por hectárea.

La orden ministerial se ha publicado en el BOE, una vez consultadas las comunidades autónomas y las organizaciones del sector agrario. Hace un mes, ASAJA-Castilla y León ya calificó como un «escándalo» y un «agravio sin precedentes» los cerca de cien millones de euros escamoteados por el Gobierno de España al campo de esta comunidad, al no considerarla zona de sequía intensa, lo que ha reducido a la mitad las ayudas ministeriales directas a las explotaciones ganaderas y agrarias.

De esos 357,7 millones de euros presupuestados en la orden publicada este miércoles por el BOE, cerca de 269 millones se emplearán para mitigar las pérdidas de los agricultores con superficies de cultivos herbáceos de secano y determinados cultivos industriales (tomate de industria y arroz, para productores que excepcionalmente no hayan podido realizar las siembras).

Para los cultivos herbáceos de secano, el Ministerio diferencia por zonas el importe unitario de la ayuda. En el área más amplia, con reducciones de cosecha más acusadas, los agricultores recibirán una ayuda máxima de 45 euros por hectárea.

ÁLAVA Y TREVIÑO, ZONAS DE AFECCIÓN ALTA. Esa zona comprende las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra, La Rioja y la Comunidad Valenciana, así como las provincias de Álava y, dentro de Castilla y León, las de Ávila, Salamanca y Segovia, y el enclave de Treviño (Burgos).

Los agricultores de las provincias del norte de Castilla y León —Palencia, Zamora, León, Valladolid, Burgos y Soria—, «donde los efectos de la sequía han sido menos severos», según el MAPA, así como los de las Islas Baleares y las Islas Canarias, recibirán el 50% del importe unitario por hectárea de la ayuda (es decir, un máximo de 22,5 euros). Asimismo, no se concederán ayudas cuando el importe resulte inferior a los 200 euros.

Esta distribución territorial contrasta, por ejemplo, con los avances de rendimientos del cereal de invierno que la Junta de Castilla y León difundió recientemente. Ciertamente, la provincia de Ávila figura entre las que ofrecían peores perspectivas en las estimaciones de la Consejería de Agricultura, con unos 950 kilos por hectárea; y Segovia (1.730 kg/ha) también se situaba por debajo de la media regional, que ronda los 1.980 kg/ha, según esos mismos cálculos.

Pero la previsión de rendimiento de la provincia de de Salamanca, con 2.270 kg/ha, e incluida en el trío de provincias más dañadas, supera la de territorios incluidos en la zona media, como Soria (1.370 kg/ha), Valladolid (1.800 kg/ha) y Zamora (1.780 kg/ha). Palencia se situaría, según la estimación de la administración autonómica en torno a los 2.350 kg/ha, incluyendo —como en las cifras anteriores— agregando regadíos y secanos.

En definitiva, la modulación en dos zonas por provincias (salvo la excepción de Treviño), con ayudas del 100% y del 50%, no parece del todo justificada, al menos por lo que respecta a las ayudas al cereal de invierno en secano, sensiblemente perjudicado en todo el territorio de Castilla y León, incluida Palencia, como bien saben los agricultores, y con disparidad de rendimientos según zonas y cultivos, con las cebadas en producciones mucho más bajas que las de una campaña normal.

PRECIOS MÁS BAJOS QUE EN 2022. A ello hay que añadir que, según los datos de la Consejería, con las cotizaciones con las que se ha llegado a la cosecha de 2023, se estima un valor de la producción de cereales de invierno de unos 850 millones de euros en el conjunto de Castilla y León, lo que supone un 53 % menos que la cosecha de la campaña pasada.

En Castilla y León, los precios del trigo y la cebada al empezar la recolección presentaban un descenso interanual del 26 % respecto a 2022. Del verano de 2016 al de 2022, la situación geopolítica había elevado los precios hasta alcanzar el pasado año los 360 euros por tonelada para el trigo y los 343 euros por tonelada para la cebada.

MÁXIMO, 300 HA POR BENEFICIARIO. Estas ayudas se pagarán directamente, mediante transferencia directa por parte del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), a los titulares de explotaciones agrarias beneficiarios de las ayudas directas de la PAC 2023, cuyo plazo de presentación finalizó el pasado 30 de junio, sin que los beneficiarios tengan que realizar ningún tipo de gestión adicional. Se limitarán a 300 hectáreas por beneficiario en el caso de las tierras de cultivo de secano.

Al margen de estos cultivos, según informa el MAPA, ocho millones de euros irán a los productores de la cereza del Valle del Jerte (Cáceres) y los 81 millones de euros procedentes de la reserva agrícola, concedidos a España por la Comisión Europea, se destinarán íntegramente a los productores de determinados cultivos leñosos (frutales de pepita, de hueso, tropicales, cítricos y frutos de cáscara)./