En el tratado de libre comercio (TLC) con Australia, las concesiones en la agricultura siguen siendo un tema sensible para los productores y las cooperativas de la Unión Europea. La próxima ronda de negociaciones está a la vuelta de la esquina. Los productores y las cooperativas agrarias deben abordar las concesiones en los sectores sensibles y sus expectativas para lograr que las negociaciones sobre la liberalización del comercio con Australia sean equilibradas. Los sectores sensibles de este acuerdo comercial son, sobre todo, el del azúcar, el vacuno y el ovino, según destacan el COPA y la COGECA, que representa la voz unida de los agricultores y de las cooperativas agrarias en la UE, con el objetivo de asegurar que la agricultura de los países miembros sea un sector sostenible, innovador y competitivo, que además garantice la seguridad alimentaria de más de 500 millones de personas en Europa.
Los agricultores y las cooperativas agrarias de la UE sienten cada vez más el peso de la ambiciosa agenda comercial de la Unión Europea. Las consecuencias de las concesiones comerciales se van acumulando. A esto hay que sumarle los demás retos a los que se enfrentan los productores, como el aumento de los costes de los insumos, los estragos derivados de las tensiones geopolíticas y la presión del programa del Pacto Verde Europeo.
Aunque Australia es un socio afín, digno de confianza y un aliado importante, es vital que se tengan seriamente en cuenta las preocupaciones del sector agrícola a la hora de buscar un acuerdo político sobre el tratado de libre comercio. Nuestros agricultores y cooperativas agrarias esperan un resultado justo en el ámbito agrícola, donde se tengan en cuenta las particularidades de determinados sectores.
SECTORES YA PRESIONADOS. Los sectores sensibles de este acuerdo comercial son, sobre todo, el del azúcar, el vacuno y el ovino. Estos sectores ya están sobreexpuestos al comercio internacional y también sufren una presión cada vez mayor en casa. Además, también se deben considerar las consecuencias derivadas de los acuerdos bilaterales del Reino Unido. La UE se expone a que se dupliquen los volúmenes de estas materias primas en el mercado establecido entre la UE y el Reino Unido tras el brexit, ya que el bloque británico negocia sus propios acuerdos comerciales con otros países. De ahí que, por lo general, ninguno de estos sectores sensibles pueda soportar más concesiones en las negociaciones comerciales con terceros países.
Si bien las negociaciones comerciales son intercambios, deben conducir a un resultado equilibrado para el sector agrícola. Es fundamental que el acuerdo con Australia tenga en cuenta los efectos acumulativos y que a la vez ofrezca la oportunidad de abordar las cuestiones pendientes en materia de medidas sanitarias y fitosanitarias, evitar perturbaciones del mercado, realizar importantes avances en el reconocimiento de las indicaciones geográficas y lograr un acceso concreto al mercado, también para los productos de la UE.
Además, si han de imponerse a nuestros agricultores y a nuestras cooperativas agrarias unos requisitos adicionales en materia de sostenibilidad en virtud del Pacto Verde Europeo, es necesario que se garantice la reciprocidad en cuanto a las normas, así como la igualdad de condiciones. También se espera que este acuerdo incluya un ambicioso capítulo sobre sistemas alimentarios sostenibles, como el celebrado anteriormente con Nueva Zelanda. /