Este memorando tiene por objeto avanzar propuestas que deben permitir a la UE, como ya estaba previsto por la reforma acordada en 2003, aportar los complementos indispensables al edificio de la actual PAC
MEMORANDO DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA FRANCES SOBRE LA PUESTA EN MARCHA Y FUTURO DE LA PAC REFORMADA
Frente a los nuevos retos de hoy y los del mañana, a nivel comunitario y mundial, Europa debe basar su estrategia alrededor de tres grandes ideas para participar de forma satisfactoria en el comercio agrícola internacional:
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la UE debe tomar medidas de acompañamiento hasta 2013 que vayan mas allá de las reformas ya adoptadas para asegurar la competitividad de la agricultura europea en el mundo y promover su permanencia, todo ello manteniendo un alto nivel de calidad y seguridad de los productos alimentarios;
además es necesario y nivel suficiente de preferencia comunitaria, ya que las exigencias de Europa en materia de normas alimentarias, medioambientales y animales son mas estrictas que las de nuestros competidores internacionales. Igualmente la Comisión debe tener en cuenta de forma positiva las múltiples expectativas de la sociedad e intentar satisfacerlas. Debe por fin continuar inscribiendo su política agrícola en el centro de su proyectos político, es decir manteniendo su carácter comunitario y reafirmando su rechazo a toda renacionalización de la PAC.
En este contexto este memorando tiene por objeto avanzar propuestas que deben permitir a la UE, como ya estaba previsto por la reforma acordada en 2003, aportar los complementos indispensables al edificio de la actual PAC.
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La PAC ha sabido adaptarse a los cambios profundos realizados desde su creación.
Después de más de 40 años, la PAC ha remontado los retos a los que ha tenido que hacer frente, tras la reformas audaces acordadas después de la reforma del 92 que introdujeron las ayudas directas y el principio del desacoplamiento de las ayudas la PAC ha evolucionado profundamente en un contexto marcado por:
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las sucesivas ampliaciones de la Unión Europea;
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la mundialización, con el incremento de la competencia sobre los mercados agrícolas y los acuerdos comerciales de libre cambio, que ha conducido a la disminución de los precios interiores comunitarios;
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las nuevas exigencias de la sociedad, tanto en materia medioambiental, de bienestar animal y de seguridad alimentaria de los consumidores europeos.
La PAC de nuevo reformada en 2003, es a partir de ahora:
mas estable y centrada desde un punto de vista presupuestario. Cada año y hasta 2013 sus gastos son estables (disciplina financiera), previsibles a medio plazo (acuerdo de octubre 2002 y acuerdo de diciembre 2005 sobre perspectivas financieras 2007-2013) y en constante disminución en cuanto a su precio relativo en el presupuesto global de la Unión. La PAC (incluido el desarrollo rural) representa hoy día el 40 pro ciento del presupuesto de la UE contra el 65 por ciento en 1990 (bajada de precios, control de la producción). Representará el 35 por ciento en 2013;
mas orientada hacia los consumidores y el mercado;
mas compatible con las reglas internacionales (de la OMC) relativas a la competencia leal de intercambios comerciales. El desacoplamiento parcial de las ayudas directas que ha suprimido la relación entre el montante del apoyo financiero y el volumen de la producción constituye en elemento esencial. Además los compromisos tomados para suprimir las restituciones a la exportación de aquí a finales de 2013 responden a las demandas de nuestros competidores comerciales;
mas respetuosa con el medio ambiente con la puesta en marcha de reglas para la condicionalidad y un mayor peso del segundo pilar «desarrollo rural». Los apoyos públicos son a partir de ahora subordinados a respeto de las directivas medioambientales, sanitarias y de bienestar animal lo que refuerza su legitimidad a los ojos de los ciudadanos;
sosteniendo cada vez mas el carácter multifuncional de la agricultura gracias al reglamento de desarrollo rural y a las medidas de desarrollo rural;
por último la PAC puede apoyar el desarrollo de las valorizaciones no alimentarias que suponen la búsqueda de energías renovables y las nuevas salidas industriales. Los instrumentos de la PAC van a aparecer como una herramienta esencial para la promoción y el desarrollo de energías renovables de cara fundamentalmente a una disminución de nuestra dependencia energética.
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Todos los Estados miembros de la UE están comprometidos en la puesta en marcha de la reforma de 2003. Cara a los retos agrícolas a niveles comunitario y mundial la Unión Europea debe definir su estrategia agrícola en este marco hasta 2013 de acuerdo con estas tres ideas clave:
la UE debe considerar su agricultura como un instrumento básico para asegurar una estrategia alimentaria mundial que garantice la seguridad alimentaria a la vez en términos de permanencia de los aprovisionamientos y de seguridad sanitaria, así como su participación en el comercio internacional a niveles satisfactorios;
nuestro modelo agrícola exige una preferencia comunitaria suficiente y apropiada frente a nuestros competidores sobre los cuales nos exigen los altos niveles de exigencia en vigor en la UE en materia de normas sociales, medioambientales y sanitarias;
la UE debe también tomar mas en cuenta y satisfacer los múltiples requerimientos de la sociedad. Además la política agrícola debe mantenerse en como política común en sus dimensiones financieras e institucionales como prerrequisito para una competencia leal en el seno de un mercado único. Estas exigencias justifican fundamentalmente el mantenimiento del modelo agrícola europeo, reflejo de nuestros valores comunes. La defensa del modelo agrícola europeo incluye, entre otros, la diversidad regional, las tradiciones, los aspectos agro-medioambientales y las producciones locales típicas.
A corto plazo y en este sentido este memorando tiene por objetivo, como ya estaba previsto por la reforma acordada en 2003, por una parte aligerar el peso de las reglas de gestión de la PAC y por otra aportar nue7vas respuestas a las consecuencias de una mayor exposición de los productores a los mercados mundiales, resultante de la creciente apertura del mercado comunitario y de la fuerte reducción de la intervención en el marco de las organizaciones comunes de mercado.
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Una gestión más sencilla, mas transparente y mas eficaz de la PAC.
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La simplificación administrativa de la PAC, como han señalado las conclusiones del Consejo en 2005, debe ser una preocupación constante ya que ésta condiciona enormemente la comprensión y, por tanto, la aceptabilidad de esta política por los agricultores. La reforma de la PAC de 2003 con la puesta en marcha de un pago único dentro de las ayudas directas, constituye y paso importante en este sentido, pero todavía son posibles progresos suplementarios.
La forma mas eficaz de simplificar consiste primero en impedir que la carga administrativa adquiera demasiada amplitud. Un estudio de impacto normalizado debería por tanto efectuarse a la hora de elaborar un texto jurídico. Además se deberían estudiar de forma paralela las opciones de simplificación.
En el marco del estudio de impacto se debería tener en cuenta el cálculo de los costes a cubrir por las partes. Sobre esta base se deberían elaborar indicadores cuantificables de simplificación.
El conjunto de la legislación existente debería ser sistemáticamente examinado sobre el ángulo de la simplificación. Este examen no debería limitarse solamente a una simplificación puramente técnica, sino que debería incluir una simplificación de las políticas. La simplificación no significa ni un cambio de objetivos políticos ni del consenso de base sobre la política agrícola. Debe mantenerse una clara distinción entre simplificación y modificación de la PAC.
Previamente a la elaborar de cualquier ley se deberían tener en cuenta los principios de corregulación y autorregulación en la legislación con iniciativas voluntarias y sistemas de control de la profesión que completen las reglas públicas o incluso las hagas innecesarias.
Ocurre frecuentemente que cuando se busca un compromiso a nivel europeo, los instrumentos jurídicos se vuelven mucho mas complicados y tomas y carácter burocrático mas pronunciado que la propuesta inicial de la Comisión. Los Estados miembros deberían, por tanto, concentrarse sobre el objetivo de una legislación mas sencilla, mas comprensible y mas clara que les sirva de principio director de sus propias acciones a nivel europeo.
Las cuestiones prioritarias son:
reexaminar y precisar las exigencias de las reglas de Condicionalidad de las ayudas, en particular aquéllas que conciernes a la legislación alimentaria;
tener una mas grande flexibilidad en las modalidades prácticas de control siempre y cuando su eficacia esté asegurada;
establecer procedimientos de decisión flexibles adaptados a las especificidades locales en el marco del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural -FEADER- que otorgue a los Estados miembros, en su propio marco institucional, una mas grande subsidiariedad en la definición y modificación de sus planes de desarrollo rural;
adaptar el marco reglamentario a las opciones ofrecidas por las nuevas tecnologías tales como la teledetección o el tratamiento automatizado de datos en la media en que las condiciones locales lo permitan;
reexaminar las exigencias de transmisión de información en el campo de la puesta en marcha de la PAC;
simplificar el marco jurídico comunitario de la organización de los sectores con el fin de facilitar la organización de productores lo mas cercanas a las realidades del terreno. Las líneas directrices agrícolas deberán, a este efecto, adaptarse para clarificar el estatuto de las acciones colectivas llevadas a cabo a través de financiaciones profesionales;
Desvelar los retos para el futuro
El desacoplamiento de las ayudas asegura a los agricultores un apoyo estable, no obstante el retroceso de los dispositivos de gestión de mercado y el acercamiento de los precios comunitarios a los precios mundiales, expone a los agricultores a una mayor viabilidad de los precios, a una inestabilidad de su cifra de negocios y, por tanto, una creciente incertidumbre sobre su renta. Por tanto en el nuevo contexto reglamentario y económico hay que incorporar nuevas herramientas compatibles con las disciplinas comerciales multilaterales para mejor proteger la renta agrícola en el futuro, en particular prevenir las crisis mejor que gestionarlas a posteriori y de forma urgente. Este procedimiento no debería entrañar gastos presupuestarios suplementarios.
En el contexto de la reforma de la PAC y de la introducción de ayudas directas debe ser posible a través de una modificación del marco reglamentario en las zonas específicas en donde se haya mostrado necesaria una mayor reconversión, producir frutas y hortalizas si esta producción es una de las pocas posibilidades de conservar la actividad agrícola.
El dispositivo actual de las ayudas de urgencia llamadas de «mínimis» es un recurso que no debería ser una forma de renacionalización de la PAC y que debe adaptarse haciéndolo evolucionar por la integración de un tope de ayudas mas elevado por explotación, a fin de corresponder mejor a la realidad económica de las explotaciones agrícolas europeas, sin provocar distorsiones de competencia entre los agricultores europeos. Este dispositivo debe conferir a cada Estado miembro la capacidad financiera de gestionar los mejor posibles las crisis sectoriales localizadas y limitadas.
La mejora de la gestión comunitaria de las cláusulas de salvaguardia existentes en la OCM debe permitir una protección mas eficaz de los mercados internos reduciendo así la inestabilidad. Conviene, en el marco fijado por las reglas de la OMC, actuar sobre los elementos de esas cláusulas que dependen de la UE, como los calendarios de desencadenamiento del apoyo y las modalidades de puesta en marcha. Sería necesario disponer de una base de datos comuntaria mas completa de comunicación de información mas eficaz y mas rápido, capaz de prevenir las distorsiones de mercado. En el futuro se deberían adaptar los dispositivos de salvaguardia a un entorno comercial en permanente evolución.
Se debería prever la puesta en marcha optativa de un sistema de seguros, que no debería tener ninguna incidencia sobre los dispositivos nacionales existentes con el fin de mejor responsabilizar a los agricultores europeos en la gestión de riesgos climáticos y económicos, véase sanitarios. En efecto el recurso al mercado privado de seguros agrícolas permite a los productores reducir la variabilidad de sus rentas cubriendo el conjunto de los riesgos a los que se ven confrontados. Este elección de responsabilización parece difícil sin una financiación, en parte asumida por los créditos públicos, como lo demuestran numerosas experiencias extranjeras en la materia fundamentalmente en Estados Unidos y Canadá. Este apoyo financiero podría garantizarse por la utilización parcial del porcentaje de modulación previsto conformemente al acuerdo de Luxemburgo de 2003 (en el caso de los nuevos Estados miembros se debería instaurar un método apropia) así los Estados miembros deberían estar autorizados, de forma optativa, a integrar estos dispositivos de seguros en sus programas nacionales. Por otra parte, la UE debería estudiar la posibilidad de acciones comunes que permitan indemnizaciones en casos de calamidades agrícolas de gran amplitud, no asegurables con el mercado privado.
Sin perjuicio de los dispositivos nacionales ya existentes, deben proponerse instrumentos específicos adaptados a los diferentes sectores de producción, en particular en los sectores del vino y de las frutas y hortalizas, no solamente para gestionar las crisis, sino también para prevenirlas. También en este caso, la modulación podría ser la herramienta financiera para los nuevos EE. MM. se debería buscar un mecanismo apropiado). Encontraríamos, por ejemplo:
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Fondos opcionales de mutualizacion, creados a nivel nacional, que permitan atenuar el impacto de la fluctuación de precios de mercado pagados a los productores. A pesar de que el carácter incentivador de estos fondos impliquen una financiación mínima necesaria, los productores deberán en el futuro sufragar los costes. Estos fondos no deben entrañar distorsiones de competencia en el seno de Europa.
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Después del examen de los distintos dispositivos de gestión de riesgos en el contexto de las OCM, introducir eventualmente nuevos instrumentos para reemplazar, si es necesario, las medidas actuales, siempre contando con que sean conformes a los compromisos internacionales, la necesidad de evitar toda distorsión de la competencia y en los limites del paquete presupuestario existente. Estos mecanismos podrían ser ayuda al almacenamiento privado, ayuda a la transformación, ayuda a la reducción voluntaria de la producción y programas de promoción.
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Ampliación del ámbito y flexibilización del dispositivo actual de ayudas a los más desfavorecidos de la Comunidad, en los limites de los recursos presupuestarios previstos para este efecto. Conviene adaptar el sistema actual a las evoluciones de la PAC, para hacerlo más eficaz en beneficio de los ciudadanos más pobres.
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Dentro del estricto respeto de las orientaciones y decisiones adoptadas en el proceso de negociación de la Ronda de Doha, la UE debe movilizar el conjunto de sus capacidades para intervenir en los mercados internacionales. Con este fin, debe gestionar de forma activa y optima sus restituciones a la exportacion cuyo uso esta permitido hasta el 31 de diciembre de 2013, respetando el calendario de eliminación de todas las formas de subvenciones a la exportación, comprendiendo las restituciones, la ayuda alimentaria, créditos a la exportación y las empresas comerciales de Estado. Es esencial asegurar las condiciones leales de competencia a los agricultores europeos sobre el mercado mundial, así como la gestión de los mercados internos. También debe dejarse abierta la posibilidad de recurrir a todos los dispositivos de apoyo a la exportación autorizados por la OMC.
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Por último a fin de remediar el déficit de comunicación y dentro de los límites del paquete presupuestario existente debe ponerse en marcha una estrategia de comunicación tendente a promover la PAC, centrada en los ciudadanos y consumidores de la UE pero, también sobre aquellos de países terceros
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Este memorando no es mas que una etapa en un proceso a largo plazo y no pretende ser una posición exhaustiva en la reflexión actual que debemos continuar desarrollando sobre el futuro a largo plazo de la agricultura europea.
La agricultura europea merece una visión de futuro ambiciosa de acuerdo con las profundas evoluciones del mundo que debemos anticipar. Tres tendencias fundamentales se desprenden por el momento y se amplificarán en los próximos decenios:
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El crecimiento de la población del planeta que incidirá de forma aguda sobre la cuestión del aumento de la producción alimentaria y de aquellos que la dirigen.
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Las tensiones que aparecerán sobre ciertos recursos naturales como el agua y las tierras arables, así como el calentamiento climático;
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Y el desarrollo de salidas no alimentarias para las materias primas agrícolas que abren perspectivas inmensas a la agricultura del mañana.
Estas evoluciones tienen en común asegurar un papel clave para la agricultura y la comunidad agrícola en el desarrollo económico y social. Indican una dirección clara: la de una agricultura europea dinámica y centrada sobre el desarrollo sostenible de un sector agrario y agroalimentario vital capaz de adaptarse permanente y rápidamente a los cambios.