EL CULTIVO DE LAS ALUBIAS EN LA PROVINCIA DE LEON
La alubia es un cultivo vinculado económica y socialmente a la provincia de León. La gran expansión del cultivo llegó de la mano de los regadíos, a partir de los años 60 del pasado siglo, ocupando una parte importante de las nuevas superficies regables dependientes del pantano de Barrios de Luna y del pantano del Porma, ya que hasta ese momento las alubias se cultivaban en los regadíos tradicionales de las zonas de ribera y en pequeñas fincas con regadío de pozos. Entre mediados de los años sesenta y ochenta la provincia de León cultivaba cada año unas 25.000 hectáreas de alubias, sin duda el cultivo más importante junto con el de la remolacha.
Esta expansión del cultivo no habría sido posible sin el desarrollo de una importante industria de envasado de legumbre, con centros en la zona de influencia sobre todo de La Bañeza, pero también de Astorga, Santa María del Páramo y León capital. Una importante industria de envasado de legumbres que atendía las necesidades del país con legumbre nacional, en este caso de la provincia de León. La legumbre no se importaba, o al menos no se importaba en cifras significativas, porque la política económica se basaba en un proteccionismo que imponía fuertes aranceles a la importación, y quizás también porque los mercados exteriores tampoco estaban tan desarrollados y eran inciertos.
En los años bonanza del cultivo de las alubias en la provincia de León se produjo también la bonanza en el cultivo de lentejas, en este caso una legumbre vinculada a las tierras de secano de Tierra de Campos. Las alubias se adaptaban muy bien a nuestras tierras de cultivo, a la rotación con los cultivos predominante entonces (cereales y remolacha), no existían grandes problemas de plagas y enfermedades, y al no ser un cultivo perecedero se podía absorber en un año posterior la abundancia de cosecha de otro anterior con excedentes. Por otra parte, el sector se adaptó con rapidez a las nuevas prácticas agronómicas y en particular a una mecanización surgida de la iniciativa de los talleres de maquinaria agrícola de la provincia.
En el año 1986 se produjo la inflexión
 España se convirtió en país importador desde la entrada en la entonces Comunidad Económica Europea en 1986, relegando la producción nacional de las alubias y otras legumbres a cifras poco relevantes, debido a que las legumbres se importan desde entonces sin cuotas y con aranceles poco disuasorios. Por otra parte, las legumbres nunca recibieron ayudas, como sí recibieron otros cultivos competidores: remolacha, maíz, cereales,… Así las cosas, con un mercado mundial para este cultivo casi abierto por completo desde el año 1986, y sin ayudas en cada una de las reformas de la PAC, en particular la que entró en vigor en 1993 que es la que sentó la referencia inicial para lo que después han sido los “derechos de pago único” y “derechos de pago básico”, el cultivo de las alubias se ha mantenido en cifras poco significativas en comparación con otras alternativas, sobre todo el maíz, cuya superficie no ha dejado de crecer desde 1980 hasta ahora.
La media histórica de las últimas décadas, en la producción de alubias de la provincia de León, podría estar en 2.500 hectáreas, una cifra que se ha mejorada en los últimos años, y que en 2019 ha alcanzado las 4.123 hectáreas. La producción actual de alubias en la provincia puede alcanzar las 12.000 toneladas, lo que representará el 66% de toda la producción de alubias de España (unas 18.000 toneladas). Las alubias importadas a granel que después envasan los industriales españoles, la mayoría leoneses, suponen un volumen anual del orden de 45.000 toneladas, por lo que se ponen en el mercado unas 63.000 toneladas, representando la producción nacional el 28,6% del consumo.
En la provincia de León se cultivan, con fines comerciales, hasta una docena de variedades de alubias, siendo las más importantes por su volumen la pinta americana y la blanca de riñón. El ministerio de Agricultura tiene catalogadas hasta 23 tipos de judías que se producen en distintos puntos de España.
OBJETIVOS Y REIVINDICACIONES DEL SECTOR
  1. España debe de aspirar a ser autosuficiente en la producción de legumbres, incluidas las alubias, y lo ha de ser compitiendo en un libre mercado mundial donde se apliquen normas de reciprocidad, es decir, se exijan las mismas condiciones a la producción en las distintas zona (sociales, medioambientales, fiscales, seguridad alimentaria, bienestar animal,….). Mientras esto no ocurra, se ha de ser cauteloso con los tratados internacionales de libre comercio, y en particular con el de Mercosur, una de las principales zonas de importación de legumbres y particularmente alubias.
  2. Es una evidencia cierta que las alubias leonesas tienen una mayor calidad gastronómica en comparación con las alubias importadas, algo que debe de conocer el consumidor y que hay que poner en valor.
  3. Aunque no es previsible una revisión de la PAC que se ocupe del cultivo de las alubias con más intensidad de lo que lo ha hecho hasta ahora, hay que profundizar en más apoyos por la vía de las ayudas asociadas, que actualmente son poco significativas y están vinculadas exclusivamente a las producciones acogidas a figuras de calidad (IGP Alubia La Bañeza León).
  4. Los almacenistas de legumbres han de mostrar más interés por las legumbres nacionales y fijar con los productores cantidades objetivo a comprar y precios que sean remuneradores. No debería de haber precios, para las variedades más productivas, inferiores a 1,20 euros el kilo.
  5. Las alubias son una buena alternativa para la rotación de cultivos debido a que es un cultivo mejorante del terreno y a que por su ciclo corto (junio-septiembre) se combina bien con otras producciones. Ello con independencia de que las normas presentes y futuras de la PAC obliguen a la rotación de cultivos.
  6. Las alubias eran una buena alternativa para cumplir con la Superficie de Interés Ecológico de la PAC, pero se ha truncado con la entrada en vigor el Reglamento Omnibus que exige que en estas superficies no se utilicen plaguicidas. Si no se puede actuar contra las malas hierbas y contra las plagas y enfermedades, el cultivo deja de ser viable, por lo tanto han dejado de formar parte de la superficie SIE en las explotaciones de los agricultores leoneses.
  7. Aunque ASAJA tiene muy pocas expectativas en la IGP Alubia de La Bañeza León, por el escaso interés de los envasadores de etiquetar con este marchamo, la organización agraria siempre apostará por impulsar la figura de calidad dando al consumidor la opción de elegir productos de su tierra, productos de cercanía, que reúnan a la vez un plus de calidad. La Junta debe de apoyar la IGP, pero a condición de que presente resultados.
  8. La Junta de Castilla y León debe de condicionar las ayudas a las empresas de envasado y procesado de legumbres a sus compromisos con los productores locales. La figura de calidad Tierra de Sabor ha de limitarse a productos cuya materia prima provenga del mercado nacional.
  9. El objetivo para los próximos años debería de ser una siembra de alubias en la provincia de 6.000 hectáreas y 20.000 toneladas de producción. De ellas 3.000 toneladas deberían de estar amparadas por la IGP Alubia de La Bañeza- León.
  10. La Junta de Castilla y León, a través del Itacyl, debe de trabajar en la mejora genética de las variedades para que sean más productivas, se mecanicen mejor, y sean más resistentes a plagas y enfermedades. A diferencia de otros cultivos, las empresas de semillas y fitosanitarios no investigan porque debido a la escasa superficie de cultivo no le es rentable.
  11. El productor necesita disponer de productos químicos con principios activos que resulten efectivos para combatir las malas hierbas, las plagas y las enfermedades del cultivo. Se necesitan autorizaciones considerando a las alubias, a estos efectos, como “cultivos menores”.
  12. La Junta de Castilla y León ha de seguir apoyando el seguro agrario para la línea de seguros que cubre los daños climáticos de las alubias, y junto con el sector hacer propuestas a Enesa que mejoren las condiciones técnicas de los seguros. Hay que tener en cuenta que se trata de un cultivo muy sensible a los daños del pedrisco, a daños excepcionales por helada o inundaciones, y sobre todo a daños provocados por lluvias persistentes en el momento de la recolección.
  13. Se ha de fomentar el consumo de alubias y otras legumbres como alimento saludable recomendado dentro de la dieta mediterránea, y se ha de aplicar la I+D+I para ofrecer al consumidor nuevos productos preparados, presentaciones y formados, que se adapten al modo de vida actual.
  14. Para que las explotaciones sean competitivas en la producción de alubias, como para otro tipo de producciones, es importante disponer de buenas infraestructuras, y eso pasa por inversiones públicas para dar impulso a la modernización de regadíos, garantizar suministro de agua en zonas de escasez como las vegas de la Valduerna y la Valdería, y acometer reconcentraciones parcelarias.
ASAJA León, septiembre de 2019