La organización agraria ASAJA de León presentó hoy martes, 21 de enero, en rueda de prensa, el informe sobre el sector agroganadero leonés en 2024, y previsiones en materia agrícola para el año 2025.

La climatología permitió cosechas razonablemente buenas en el cereal de invierno de la provincia de León, en línea con lo que ocurrió en el resto de Castilla y León. No fue así para todos los cultivos, pero es cierto que no hubo grandes catástrofes en ninguno de ellos, aunque por distintas circunstancias climáticas y agronómicas se redujeron los rendimientos en producciones como las patatas, alubias, girasol, maíz, o en cultivos leñosos, como la producción de manzana o de uva. Siempre es positivo, y se debe de resaltar, el hecho de que el volumen de agua embasada fuera óptimo y que por lo tanto se pudiera regar atendiendo íntegramente las necesidades de todos los cultivos.

Esta climatología favorable tuvo su traslado a la producción de pastos y forrajes, que fueron abundantes, permitiendo un abaratamiento en el capítulo de la alimentación en todas las explotaciones de ganado extensivo de las distintas especies.

La situación más favorable, en su conjunto, fue para el sector ganadero, que quizás haya tenido el mejor año de las últimas décadas. Lo decimos por la regularidad en la buena marcha de todos los subsectores ganaderos de la provincia, tanto de ganadería intensiva como extensiva, y tanto en la producción de carne como de leche, y aunque no en todos los casos los precios han sido mejores, sí podemos afirmar que en prácticamente todos los casos las rentabilidades han sido mejores, aunque nada más sea por el abaratamiento de la partida de alimentación, el principal insumo. La demanda, superior a la oferta, ha jugado a favor del sector primario.

En el subsector agrario el año no ha sido bueno, dada la importancia cuantitativa de los cereales, incluyendo el maíz, pues el año ha quedado marcado sobre todo por los bajos precios en las ventas –por segundo año consecutivo-, y la no bajada de los costes de producción. Una escasa rentabilidad, o producción a pérdidas, que al ser por segundo año consecutivo ha puesto contra las cuerdas a muchas explotaciones.

El incremento en la siembras de remolacha, consolidando a León como principal provincia productora de España, en un contexto todavía de precios altos, ha tenido un efecto muy positivo en la renta agraria, a pesar de que las producciones han sido modestas.

No se produjo la deseada bajada en los precios de los insumos, salvo en los piensos, que son los que están lastrando las economías agrarias de la provincia, y en la mayoría de los casos han subido como mínimo en los niveles en los que lo ha hecho el IPC. La bajada del precio del dinero, más evidente en los últimos meses, no ha evitado que se paguen tipos de interés altos, como ya ocurriera desde el año 2023, y hay que decir, como elemento positivo, que la banca no ha restringido el crédito a este sector primario.

En el capítulo de ayudas, hemos comparado las transferencias de fondos del FEGA a la provincia de León de los ejercicios fiscales 2024 y 2023. El ejercicio fiscal de 2024 finalizó con  los pagos hechos a 16 de octubre de 2024, que son los primeros de la PAC actual 2023-2027. Pues bien, para la provincia de León han supuesto 10,2 millones de euros más, algo positivo cuando en otros territorios se ha reducido, y cuando representa una quinta parte de todo lo que se ha mejorado en el conjunto de Castilla y León. Las razones no son fáciles de explicar, pero estaría vinculado a las ayudas a la remolacha, a los apoyos a la agricultura de regadío, los apoyos a zonas desfavorecidas, y el pago específico a los jóvenes.

ASAJA valora positivamente el esfuerzo que están haciendo la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Agricultura para el desarrollo de infraestructuras agrarias de modernización de regadíos y de nuevos regadíos, con un volumen de inversión pública nunca antes visto. En todo caso, todavía insuficiente para completar el mapa de los regadíos de León, e insuficiente en concentraciones parcelarias por ser esta la provincia con mayor minifundismo de toda Castilla y León. Dentro de las competencias del Ministerio para la Transición Ecológica, no ha habido inversiones dignas de destacar en materia de política hidráulica, y permanece bloqueado el proyecto de las balsas del Órbigo.

Ver informe completo en ASAJA LEON

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