Cuando hace unos meses el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la investigación que se hacía en los laboratorios Hipra para desarrollar una vacuna bajo patente española contra el Covid19, pocos ciudadanos, salvo el colectivo de veterinarios y de ganaderos, sabían que hasta ahora este laboratorio se dedicaba en exclusiva a la sanidad animal, y posiblemente con dimensión y características asimilables a lo que en León es Syva u Ovejero. Lleva décadas produciendo vacunas contra la mixomatosis del conejo, o contra la enfermedad de Auyeszky en los cerdos, por poner dos ejemplos. Ha tenido reflejos y visión de negocio esta empresa catalana para poner su talento investigador, con ayuda también de otros, a descubrir una vacuna eficaz contra la enfermedad que más preocupa hoy en todo el mundo, y una vez descubierta, a buen seguro producirá cantidades industriales a un ritmo que no pueden alcanzar la mayoría de los laboratorios dedicados a la medicina humana, y detrás vendrán unos resultados económicos seguramente que fabulosos. En esta misma columna de opinión del doce de febrero, cundo creo que todavía no se hablaba de esto, planteé la fabricación a maquila como opción ante los retrasos en la distribución de vacunas, y apunté a la capacidad fabril de los laboratorios de sanidad animal. Esta semana, otra vez de la boca de Pedro Sánchez, se hace el anuncio de que la vacuna de Hipra se va a ensayar en humanos, y de nuevo se recuerda la capacidad de este pequeño laboratorio de sanidad animal para producir millones de dosis una vez que tenga el visto bueno de la Agencia Española del Medicamento. Otra cosa es que los negacionistas o los más escépticos en esto de las vacunas, que nos sabíamos que hubiera tantos, no confíen en un laboratorio especializado en fabricar vacunas para cerdos, y hasta no faltará quién lance el bulo de que el producto sale del mismo tanque en el que se replican los virus que causan las enfermedades en los animales, pero no pasa nada, el mundo es muy grande, y lo que unos no quieren otros lo desean.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 19 de noviembre de 2021