“El problema que se plantea ahora es que el precio de la uva godello subirá y algunos productores bercianos preferirán vender a Rueda antes que a los bodegueros de su comarca”. Con esta frase finalizaba el editorial de este periódico del pasado miércoles, dedicado al asunto agrario de actualidad: la apropiación de la variedad de uva godello por la DOP Rueda. Con todos los respetos que el alumno debe de tener al profesor, discrepo con el análisis que ha hecho el editorialista, y trataré de explicarlo. El que una variedad de uva cultivada en el minifundismo del noroeste peninsular se traslade a la zona agrícola de Valladolid, o si se me permite del sur de León, tiene como consecuencia que estos últimos van a poder producirla en condiciones más competitivas y por lo tanto van a poder venderla a precios más bajos. Estas condiciones de mayor competitividad vienen derivadas del cultivo en grandes explotaciones con parcelas bien dimensionadas, donde se mecanizan todas las labores y particularmente la vendimia, se aporta riego en los primeros años de desarrollo de la plantación -y en lo sucesivo siempre que sea necesario-, y la planta padece menos plagas y enfermedades por criarse en un clima más seco. Un viticultor de Valladolid, o del sur de León, puede vender uva godello con un cuarenta por ciento menos de precio, y ganar tanto o más que un viticultor de El Bierzo o de Valdeorras. Y cuando esto ocurra, además de producirse vino en estas zonas y etiquetarse con el sello de otras denominaciones de origen protegidas distintas a la DOP Bierzo, los viticultores podrán vender uva a cualquier punto del territorio español, y por supuesto de Castilla y León, con las que se podrán hace vinos monovarietales amparados por la IGP Vinos de la Tierra de Castilla y León, o lo que es peor, meterlas en las propias denominaciones de origen, fraudulentamente, aprovechando los numerosos fallos del sistema de vigilancia y control. Por todo esto, pienso que el problema lo tienen los productores bercianos, lo viticultores, y no tanto las bodegas, que quizás estén viendo la oportunidad de la uva barata.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 6 de septiembre de 2024