En las zonas agrícolas, las precipitaciones han sido desiguales, desde los 152 litros por metro cuadrado en la olla del Bierzo, a los 70 en la comarca de La Bañeza.

 UN MES DE MARZO LLUVIOSO QUE TRAE DE CABEZA A LOS AGRICULTORES
 
En las zonas agrícolas, las precipitaciones han sido desiguales,  desde los 152 litros por metro cuadrado en la olla del Bierzo, a los 70 en la comarca de La Bañeza.
 
Efectivamente marzo ha sido un mes muy lluvioso en la provincia de León que ha venido a complicar las labores del campo. Pero no nos engañemos, desde septiembre a primeros de marzo, los 6 primeros meses del año climático, han sido más bien justos en precipitaciones, salvándose los embalses gracias a las nevadas de diciembre, enero y febrero. El agua de marzo es la que le sobraba al campo, no otra, y se le pueden poner cifras. Si nos ceñimos a las zonas agrícolas, es decir, excluimos las zonas de montaña, nos podemos hacer una idea de la lluvia caída fijándonos en los datos de algunas estaciones meteorológicas ubicadas en zonas significativas. Así, en El Bierzo, con datos tomados en Carracedelo, cayeron en marzo 152,6 litros por metro cuadrado, en la margen izquierda del Esla se contabilizaron unos 100 litros – 103,35 en la estación de Cubillas de los Oteros- , en el Páramo Alto, son significativos los 73,77 de la estación de Hospital de Órbigo y en el Páramo Bajo y vegas de La Bañeza podemos dar por buenos los 69,53 contabilizados en Quintana del Marco.
 
Si este año nadamos en una abundancia que está ocasionando perjuicios al campo, el pasado año por estas fechas era lo contrario. Las precipitaciones acumuladas desde septiembre de 2011 a mazo de 2012 batían, por escasas, records históricos. En el mes de marzo la lluvia prácticamente no se dejó ver – por ejemplo en Santa Martas se recogieron 2,18 litros por metro cuadrado a lo largo de todo el mes- y los pantanos tenían los peores registros de las últimas décadas. Ni que decir tiene que este año 2013 antes de iniciarse el desembalse para riego estarán los pantanos a rebosar, algo muy importante en la agricultura leonesa.
 
Cómo afecta esto a los cultivos
 
El mes de lluvia y frío está retrasando la floración de los frutales, algo que es un mal menor, pues si las lluvias hubieran llegado en el momento de la floración, estaríamos hablando ya de un desastre que por ahora no se ha producido. Estas precipitaciones están dificultando la recolección de unas 9.000 hectáreas de maíz y unas 400 de remolacha que todavía quedan en el campo. Pero quizás los peores efectos de estas lluvias son el retraso en las siembras de remolacha y las dificultades en general para preparar el terreno para todos los cultivos que se siembran en primavera, como el maíz o las patatas. Y en cultivos como el cereal de invierno, que hasta ahora ha presentado un excelente estado vegetativo, está provocando un retraso ya muy preocupante en la labor de incorporar el fertilizante nitrogenado, el abonado de primavera, una labor que puede que en algunas parcelas ya no se pueda realizar y por tanto tenga como consecuencia una menor producción.
 
Las lluvias han sido beneficiosas para los pastos. La humedad del terreno hace presagiar unos abundantes pastos de primavera y además estas lluvias han contribuido a que la nieve desaparezca antes de las zonas de pastos y los ganaderos puedan sacar sus vacas y sus caballos de los establos. Porque en las zonas de montaña, ha sido un invierno muy crudo con nieve casi permanente desde los últimos meses del pasado año.
 
ASAJA León, 2 de abril de 2013.