Nada que objetar a un tiempo apacible que viene a pedir de boca a las empresas de la provincia vinculadas con el turismo, que satisface a quienes participan activamente o como espectadores en las procesiones, que permite disfrutar del deporte de la nieve, y que anima a los turistas que tienen casa en el pueblo a hacer una escapada de unos días
Tiempo apacible
Nada que objetar a un tiempo apacible que viene a pedir de boca a las empresas de la provincia vinculadas con el turismo, que satisface a quienes participan activamente o como espectadores en las procesiones, que permite disfrutar del deporte de la nieve, y que anima a los turistas que tienen casa en el pueblo a hacer una escapada de unos días. Me parece bien que siga así el tiempo hasta el lunes, pero cuando se recojan los pasos de Semana Santa y se entreguen las llaves de las habitaciones de hotel y de las casas de turismo rural, y todos volvamos a nuestra rutina diaria, espero que cambie el tiempo y que tengamos unos días de lluvias. Esta es una petición en clave agrícola y ganadera, pues si bien es cierto que hasta ahora las condiciones agronómicas han venido muy derechas, se han hecho las labores como nunca, y el cereal tiene un desarrollo óptimo, en estos momentos ya se necesita que la lluvia haga acto de presencia. Nuestros pantanos están más o menos llenos, así que el agua que pedimos es poca, pero que venga bien repartida. Se necesita que llueva para que haya tempero de cara a las siembras propias de estas fechas, sobre todo maíz y patatas, se necesita agua para los cereales y forrajes, y la piden también nuestros ganaderos para unos pastos que todavía no se han enterado que hemos entrado en primavera. El año, agronómicamente hablando, ha empezado bien, pero tan solo ha trascurrido un trimestre, y los meses más decisivos son precisamente los que quedan desde ahora hasta finales de junio. Con unos precios de las mercancías bajos, tanto de las agrícolas como de las ganaderas, la rentabilidad del sector depende sobre todo de las producciones, y en esto el componente climatológico juega un papel decisivo. Una parte muy importante del producto interior bruto de nuestra provincia se decide con el sector agrario, y si al agrario sumamos el alimentario y las empresas de servicios, estamos hablando de más del veinticinco por ciento. Una cuarta parte de la riqueza de la provincia está en el sector agroalimentario y es decisivo para el balance que podamos hacer los leoneses al finalizar el año.
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 3 de abril de 2015.