A principios de esta semana los embalses leoneses de la Cuenca del Duero almacenaban quinientos sesenta y ocho hectómetros cúbicos de agua, lo que representa el cuarenta y cuatro por ciento de su capacidad, y se convierte en una excepcional buena noticia ya que la campaña de riego se está terminando y el próximo uno de octubre comienza el nuevo año hidrológico. Desde que se está haciendo uso del embalse de Riaño con el desarrollo de prácticamente toda su zona regable, nunca se había cerrado una campaña de riego con un nivel de reservas tan alto, y todo ello en un año en el que ha sido necesario regar frecuentemente por las altas temperaturas del verano, y por la mayor superficie de un cultivo tan exigente como es la remolacha. La disponibilidad de agua y la buena gestión de la misma por parte de la mayoría de las comunidades de regantes han hecho que los cultivos no hayan tenido en ningún momento estrés hídrico, y todo apunta a una cosecha razonablemente buena en nuestras principales producciones extensivas, que son, con gran diferencia, el maíz y la remolacha azucarera. La modernización del regadío está siendo un factor decisivo para la mejor gestión de este recurso, aunque no hay que olvidar que los nuevos regadíos de Payuelos, dependientes del embalse de Riaño, no están totalmente desarrollados, y que en los próximos años, cada año, se irán incorporando nuevas hectáreas que aumentarán las demandas de agua. Cuando el uno de octubre comience el próximo año hidrológico, que empieza a contar para la siguiente campaña de riego, en la provincia de León, en el peor de los casos, tendremos unas reservas en nuestros pantanos de más de un tercio de su capacidad, por lo que tendría que darse una gran fatalidad de invierno y primavera extremadamente secos, para no tener garantizada la próxima campaña de riego. Esto da mucha tranquilidad a nuestros agricultores, que empiezan ya a planificar sus próximas siembras, unas siembras que acarrean elevadísimos costes que solo se recuperan, y dejan algo de margen, si se obtienen excelentes producciones, y el agua es factor limitante.