Suárez Quiñones es un crack
En varios periódicos de Castilla y León se recogía ayer jueves una fotografía del consejero de Fomento, el leonés Juan Carlos Suárez Quiñones, sentado en el “poyo” de una casa de pueblo salmantina, con dos señoras de cierta edad con las que charlaba animadamente
Suárez Quiñones es un crack
En varios periódicos de Castilla y León se recogía ayer jueves una fotografía del consejero de Fomento, el leonés Juan Carlos Suárez Quiñones, sentado en el “poyo” de una casa de pueblo salmantina, con dos señoras de cierta edad con las que charlaba animadamente. También sale en la foto un paisano, medio apoyado en su cacha, pero a este se ve un tanto apartado, un tanto ajeno a la conversación, más pendiente de la comitiva que acompañaba al político que de otra cosa. Pues bien, estas cosas solo le salen bien a Quiñones, que está siendo un político cercano, que escucha en la calle y en los despachos – lo que no impide que después haga lo que crea conveniente-, que tiene un porte de elegancia que le ayuda, y que cae especialmente bien entre las de género femenino. Me inclino por esta faceta del político, el que se sienta con las viejas y las escucha, pues me parece más interesante que el ir repartiendo besos por la calle sin mirar a la cara de la persona a la que se besa. No me interesan los políticos besucones, son unos pelmas, me interesan los que te echan la mano por encima del hombro, se sientan contigo un rato, y escuchan tus razones. Siendo Quiñones el consejero de la obra pública, de la vivienda, y del medio ambiente, entre otras competencias, es probable que no faltara materia en la conversación, y si las señoras entraron en confianza, a buen seguro le hicieron algún que otro reproche, pues las cosas no son como las pinta el grupo de asesores aduladores que rodea a cada político, son como las ve y las padece la gente corriente de la calle, en este caso la gente de los miles de nuestros pequeños pueblos. Suárez Quiñones es un crack de la política (¡quién lo hubiera dicho!), no se conforma con estar y ser del montón, trabaja muy bien incluso la política de los gestos, busca la primera línea o como mínimo estar a la derecha del jefe como San Pedro, y es probable que sea el único que repita en la etapa posterior a la era Herrera si el PP consigue mayoría suficiente para seguir gobernando.
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 21-07-2017.