Estos días se han conocido los datos trimestrales de los grandes bancos que operan en nuestro país y la principal conclusión es que a sus ya pesados balances se ha sumado la caída de negocio por la crisis del COVID 19, lo que junto a una mayor dotación para provisiones, ha mermado los beneficios y de nuevo aleja a los inversores de la posibilidad de recibir dividendos. Es propio de nuestra sociedad alegrarnos del mal de unas entidades bancarias que no te prestan cuando de verdad lo necesitas, que te fríen a comisiones, que te cierran la sucursal del barrio, y que te restringen en horario y servicios en ventanilla. Pero es difícil que una economía vaya bien sin las entidades financieras no gozan de buena salud, y esto lo pudimos ver en la anterior crisis cuando la economía mundial cayó por la falta de solvencia del sistema financiero y tardó una década en recuperarse. A uno le cuesta ver dónde está ahora el negocio bancario con tipos de interés bajos y sin remuneración alguna del pasivo ya que el Banco Central Europeo presta a interés cero, con planes de pensiones francamente poco atractivos, con fondos de inversión que van de sobresalto en sobresalto, y con un negocio de banca seguros muy sobreexplotado en el que no falta la competencia. Por eso no me llama la atención las paupérrimas cifras del balance de la mayoría de las entidades financieras, y me llama la atención, por lo contrario, las que presenta la gallega ABANCA. Lo pongo de relieve por el peso que esta entidad, un tanto desconocida en el ámbito nacional, tiene en nuestra provincia tras adquirir Caixa Galicia que previamente se había hecho con la extinta Caja Rural de León. No me extrañan sus resultados porque como ciudadano de la calle conozco cómo trabaja su red de sucursales y cómo se adaptan a las necesidades de la clientela. Y en la valoración, corro el riesgo de perder objetividad porque soy un ciego admirador del liderazgo de su presidente, el colombiano Juan Carlos Estotet, que tiene una oratoria digna de estudio en las escuelas de negocios, y que es en gran parte el artífice el éxito.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 7 de agosto de 2020.