PRIORIDADES EN LA MONTAÑA

La consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ha publicado una lista de sectores que considera prioritario potenciar dentro de su estrategia de gobierno

PRIORIDADES EN LA MONTAÑA

La consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ha publicado una lista de sectores que considera prioritario potenciar dentro de su estrategia de gobierno. Para potenciarlos se valdrá de los fondos europeos del Programa de Desarrollo Rural, y actuará en las líneas de subvención a los jóvenes que se incorporan al campo y en la de los planes de mejora de explotaciones. Si nos centramos en un tercio del territorio agroganadero leonés, que es el ocupado por la zona de montaña, el sector productivo predominante, que es la ganadería de vacuno de carne, no está considerado como prioritario y por lo tanto no se contempla el objetivo de potenciarlo, como tampoco tiene tal consideración la apicultura. Cierto que sí es prioritario el vacuno de leche, pero las cuadras que quedan en la montaña se cuentan con los dedos de ambas manos, y sí es prioritario el ovino y caprino, sector también testimonial si excluimos la transterminancia. Así las cosas, los ganaderos que ejercen su actividad en las zonas de montaña cuentan con menos apoyos públicos para el desempeño de su actividad, en particular en las subvenciones a la inversión, que otros agricultores y ganaderos que están en otros territorios donde sí están implantados otros subsectores a los que políticamente se le pretende apoyar. Y dicho esto, uno se pregunta ¿hay alguna razón de mercado para decidir que la apicultura y la ganadería de vacuno de carne necesitan menos apoyos que otros sectores productivos del agro de Castilla y León?. La respuesta es claramente un no. La apicultura y el ganado vacuno en extensivo tienen como denominador común que aprovechan recursos naturales que de otra manera se perderían, tienen el denominador común de que aportan beneficios indudables al medio ambiente, de que ocupan el territorio en zonas donde hay muy pocas posibilidades de negocio, no son sectores excedentarios, son consustanciales al modelo de explotación familiar, y forman parte de las actividades tradicionales en estas áreas geográficas que en muchos casos gozan de figuras de protección como espacios naturales o parques naturales. Y tienen en común que ahora son víctimas de decisiones de los políticos.

 

Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 30 de enero de 2015