No ha habido margen para la sorpresa en los Presupuestos Generales del Estado respecto a la inversión en política de regadíos para nuestra provincia. La información que nos llega por diversos medios apunta a los proyectos ya aprobados y harto anunciados a bombo y platillo, en fechas pasadas, que ejecuta la empresa pública SEIASA y en los que colaboran también los propios regantes y la Junta de Castilla y León. Se trata de proyectos de modernización de regadíos en el Páramo Bajo, Canal del Páramo y Canal de Villadangos, fundamentalmente, cuyo coste total de ejecución se reparte en varias anualidades. Siendo así, lo siento por los que tendrán que seguir esperando la dotación presupuestaria en próximos ejercicios si por fin aparece un gobernante que de verdad quiera ocuparse de lo nuestro: los regantes del Canal del Esla, los regantes del Canal Bajo del Bierzo, los regantes de las primeras fases de la Margen Izquierda del Porma, del Canal de Arriola, los regantes del la segunda fase del Canal de Villadangos, entre otros. Y esto respecto a la modernización de regadíos, porque de la ejecución de los nuevos regadíos de Payuelos, en principio no hay noticias, y no digo yo que el Estado no tenga resortes para ejecutar obra que en principio no figure en los PGE, pero la verdad es que da más tranquilidad ver partida consignada y publicada en el Boletín Oficial. Supongo que de una manera u otra estarán reflejados en los presupuestos las partidas de gastos de las obras que en la actualidad ejecuta la empresa pública TRAGSA en Payuelos, que dicho de paso no es poco, pero a buen seguro no hay nada previsto para ejecutar las obras de los Sectores del VI al XIV, que suman 11.583 hectáreas. Estas hectáreas que no tienen un reflejo presupuestario en los PGE representan el 29,28 por ciento de las 39.551 hectáreas transformables en el área Payuelos de los regadíos dependientes de Riaño. Y no hay que olvidar que desde que comenzó a embalsar Riaño ya se ha perdido una generación de agricultores que no han visto el agua, y dos desde que se empezó a hablar en serio del embalse.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 30 de noviembre de 2020.