El pasado martes este periódico publicaba la noticia de una carta enviada por el presidente español Pedro Sánchez, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidiéndole avances en el acuerdo de libre comercio con los países de Mercosur. Desconozco los motivos por los cuales el asunto es tan prioritario para el ejecutivo español, o más prioritario de lo que lo es para el resto de nuestros aliados europeos, y no quiero pensar que la carta responda a una ocurrencia o improvisación. España, por su consideración de miembro de la Unión Europea, debe de aspirar a acuerdos de libre comercio con todos los países del mundo, con el fin de dinamizar la economía y extender la riqueza y el bienestar a todo el planeta, pero esto no se debe de intentar a cualquier precio. Los agricultores somos una parte importante de la sociedad europea que se va a ver afectada por este acuerdo con Mercosur, y por eso pedimos prudencia y tiempo antes de cerrarlo en condiciones de desventaja. En Europa chirría que mientras aquí se pone todo tipo de trabas para producir alimentos, obligando al sector a las más estrictas normas medioambientales y se bienestar animal, en otra parte del mundo se deforesten cada año diez millones de hectáreas para hacer agricultura a cualquier precio, y de esas hectáreas, que equivalen a cinco veces la superficie de cereal de Castilla y León, una parte importante están en el territorio de los países de Mercosur. España es un país exportador de productos agroalimentarios, por lo que creo que ganamos más abriendo fronteras que cerrándolas, pero es difícil competir en desigualdad, competir con quienes no reconocen derechos laborales, con quienes pagan nóminas paupérrimas, con quienes soportan menos impuestos, con quienes tienen la energía y la tierra más barata, con quienes deforestan selvas, y con quienes no tienen normas medioambientales, de salud pública o del bienestar de los animales de abasto. El acuerdo con Mercosur no puede perjudicar ni a agricultores, ni a consumidores, ni a nuestras empresas, hay que hacer que sea bueno para España.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 7 de mayo de 2021.