Pensamos los agricultores que somos los únicos que tenemos una profesión al aire libre totalmente dependiente de la climatología, hasta el punto de que sus consecuencias se reflejen en la cuenta de resultados de nuestra explotación. Siendo de los más afectados, no somos los únicos. La llegada tardía de las nieves en este invierno que ha finalizado, la escasa abundancia, y la poca duración sobre el terreno, ha sido uno de los motivos por el que los negocios vinculados al ocio relacionado con este fenómeno meteorológico, sobre todo el esquí, han tenido un mal resultado económico, y tendrán que esperar casi un año para probar mejor suerte en la siguiente campaña. Otros negocios leoneses, como la hostelería, después de pasar la cuesta de enero y febrero, con la mirada puesta en una Semana Santa adelantada para llenar sus locales, se están encontrando con unas previsiones meteorológicas nada halagüeñas que son preludio de cancelaciones de visitas de turistas. Es evidente que el ocio y el deporte dependen muy mucho de la climatología, y que cuando esta se tuerce mucha gente se queda en su casa, haciendo la rutina diaria, y con ello poniendo freno a un gasto de las familias que es lo que para o mueve la economía en ciudades que no tienen un sólido tejido industrial, como es León. Seguro que la llegada de un tiempo desapacible retrasa la salida de la ropa de temporada de las tiendas leonesas, y a aunque quizá se termine vendiendo, seguro que a otros precios más rebajados y por lo tanto cayendo los márgenes empresariales. Si esto ocurre en nuestra capital, el panorama en los pueblos puede ser mucho más desolador, porque si esta semana no nos visitan los que tienen en el pueblo una segunda vivienda, o tienen familiares directos que los acogen, habrá que confiarlo todo a un verano que todavía queda un poco lejos. Y en medio de todo esto, los agricultores y ganaderos, que nos regimos por otros parámetros, y que incluso entre nosotros no solemos ponernos de acuerdo a la hora de desear cuándo tiene que llover y cuándo tiene que hacer sol.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 29 de marzo de 2024