Los intereses de los agricultores de regadío y de secano no siempre son coincidentes. Por ejemplo, el agricultor de regadío puede pedir que llueva para que se llenen los pantanos en momentos en los que el agricultor de secano no necesita el agua o le perjudica, y el agricultor de secano, mayoritariamente cerealista, o el ganadero de la montaña, tiene buen año si en abril y mayo cae agua cada diez días.
NO ES ESTE AÑO EL PEOR SAN ISIDRO
Los intereses de los agricultores de regadío y de secano no siempre son coincidentes. Por ejemplo, el agricultor de regadío puede pedir que llueva para que se llenen los pantanos en momentos en los que el agricultor de secano no necesita el agua o le perjudica, y el agricultor de secano, mayoritariamente cerealista, o el ganadero de la montaña, tiene buen año si en abril y mayo cae agua cada diez días. Nunca la lluvia en abril, y sobre todo en mayo, fue mala para el campo, pero ahora, como siempre, nunca llueve a gusto de todos, tan siquiera a gusto de todos los agricultores. Porque el año ha venido muy complicado para los agricultores que siembran en regadío remolacha, maíz, patatas, alubias u otras producciones, tan complicado que las labores, sobre todo las siembras, se han retrasado semanas y en algún caso hasta dos meses. Por eso estos agricultores, que por el contrario tienen agua abundante corriendo por las acequias, no quieren más lluvia estos días, quieren que venga un tiempo con clima suave para que nazcan los cultivos y que la lluvia no le entorpezca todavía más esas labores que van tan retrasadas.
Aclarando que nuestra agricultura tiene ciertas particularidades, como es el elevado peso de los cultivos de regadío, en el conjunto de Castilla y León, donde predominan los cereales, girasol y forraje de secano, la climatología ha sido, hasta el día de hoy, francamente muy favorable. Con los matices que queramos, por lo general los cereales tiene un desarrollo óptimo, y eso ha sido así porque ha llovido cuando tenía que hacerlo, la última vez la pasada semana, y aunque en estos cultivos no se puede uno adelantar a dar resultados de cosecha, a poco que acompañe la suerte, podemos estar en puertas a un año cerealista bueno, o como mínimo superior a la media. Esta circunstancia, de darse, sería importante para las economías de miles y miles de familias agrarias de Castilla y León y sería importante para una región como la nuestra que se encuentra en estancamiento económico, cuando no en recesión. Porque si el agricultor coge cosecha, y si además los precios se mantienen en unos niveles alcistas, o al menos no se desploman, el agricultor tendrá unos ingresos de los que una gran parte se destinarán a inversiones, y eso generará movimiento económico en esos puestos de trabajo indirectos que subsisten bajo la órbita de la agricultura y la ganadería.
Estamos ante un quince de mayo, San Isidro Labrador, donde realmente no se ha perdido nada, agrícolamente hablando, y se abren claras expectativas de poder tener una buena cosecha. Una buena cosecha en la Castilla cerealista y en la parte que de eso toca a la provincia de León, una buena cosecha en pastos y forrajes, también en la montaña leonesa, y es probable que tengamos fruta en El Bierzo. Para hablar de la producción de uvas, un cultivo cada vez más decisivo también en León, creo que es algo pronto.
Hoy día 15 de mayo, creyentes o no, los agricultores honramos a San Isidro Labrador, nuestro patrono. Y desde luego este año no tenemos motivos para ser unos cenizos, tiempo habrá para ello.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado, secretario general de ASAJA de León, publicado en el “especial San Isidro” de La Crónica 15-05-2013.