No es fácil encontrar una explicación al éxito de la tienda de Mercadona en La Bañeza, posiblemente uno de los centros más rentables que tiene la compañía en todo el territorio nacional. Es así todo el año, pero en meses como este, aquello es un hervidero de gente de la ciudad y sobre todo de la comarca haciendo sus compras de alimentos. La ciudad tiene una abundante oferta de cadenas de alimentación, pero está claro quién se lleva la palma, y dará un nuevo paso de gigante cuando en pocas semanas inaugure nuevas y amplísimas instalaciones en un lugar tan emblemático en La Bañeza como fueron las antiguas cocheras de la empresa Ramos. Haciendo y viendo hacer las compras en un lineal como este, es cuando uno se da cuenta de que tenemos un sector agrario capaz de dar respuesta a las necesidades de una sociedad muy exigente, un sector de la industria agroalimentaria que aporta valor añadido a los productos, y unas empresas de la gran distribución que, gracias sobre todo a una buena logística, tienen en los lineales todo lo que queremos comprar incluso en los días de avalancha como serán hoy y mañana en el Mercadona de La Bañeza. Las tiendas de alimentación son también esa imagen de la marca España que todos queremos que se lleven los turistas que visitan nuestro país, y es imagen España porque, a pesar de la globalización, la mayoría de lo que se oferta se produce en España, se transforma en España, y se vende a unos precios mucho más asequibles que en el resto de los países de nuestro entorno. El sistema agroalimentario español, con todos sus desequilibrios, que los tiene, sobre todo por no valorar en sus justa medida el eslabón de la producción, ha conseguido que la alimentación segura y de calidad no sea un artículo de lujo, y que podamos llenar los carros de la compra cada semana y cada mes, con una repercusión para las familias de poco más del quince por ciento sobre los ingresos medios que se tienen en España. No digo que comer sea barato, pero menos caro que otras cosas que seguro son menos necesarias.
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 13 de agosto de 2021