MANIFIESTO DE APOYO A LOS REGADIOS DE LEON

reunidos hoy 17 de noviembre de 2003 en la Cámara Agraria Provincial de León, aglutinando a la inmensa mayoría de los regantes y futuros regantes de la provincia

Los abajo firmantes, reunidos hoy 17 de noviembre de 2003 en la Cámara Agraria Provincial de León, aglutinando a la inmensa mayoría de los regantes y futuros regantes de la provincia, y recogiendo el sentir y necesidades de éstos,

• Que consideran que la política de nuevos regadíos y de modernización de los que se han quedado obsoletos es imprescindible para apostar por una agricultura de futuro, competitiva, que genere empleo, y contribuya al asentamiento de la población en el medio rural.

• Que la provincia de León tiene que aprovechar el periodo 2000/08 que contempla el Plan Nacional de Regadíos y el Plan Hidrológico Nacional para acometer la totalidad de las obras que se contemplan en los mismos, y muy especialmente las relacionadas directamente con la puesta en marcha de nuevas superficies de riego y modernizar los regadíos que se han quedado obsoletos.

• Que el hipotético fracaso de la política de regadíos en la provincia sería un fracaso en la gestión de quienes tienen responsabilidades de gobierno, y un fracaso en materia de política agraria de consecuencias impredecibles.

• Que tanto en las superficies de nuevos regadíos como en las de modernización, es imprescindible se acometan las infraestructuras de reconcentración parcelaria, haciendo un esfuerzo para entregar las parcelas en el menor plazo de tiempo posible con el fin de que la actividad de las explotaciones no se vea comprometida.

• Que siendo conscientes de que la solución técnica ideal tanto en nuevos regadíos como en modernización es la de tubería bajo tierra y presión, no se pueden descartar otras opciones en determinadas zonas regables, máxime si no se acometen obras de reconcentración parcelaria.

• Que se ha de hacer un esfuerzo para una mayor coordinación entre las diferentes administraciones con competencia en materia de agua y regadíos: Ministerio de Medio Ambiente, Confederación Hidrográfica del Duero, Confederación Hidrográfica del Norte, Ministerio de Agricultura, Junta de Castilla y León, y las empresas públicas Aguas del Duero y Seiasa del Norte.

• Que ha de existir una mayor transparencia y control en la contratación y ejecución de las obras, y en la determinación de los importes que por Ley corresponde pagar a los usuarios (tanto gastos corrientes como amortizaciones).

• Que se ha de tener en cuenta el carácter diferencial de los regadíos de León al menos en los siguientes aspectos: población activa agraria envejecida, cultivos continentales que proporcionan unos ingresos brutos por hectárea de unos 1.800 euros, atomización de la propiedad con gran porcentaje de propietarios no agricultores, elevado porcentaje de fincas en arrendamiento, y pequeña dimensión de las explotaciones.

• Que la nueva PAC perjudica a las nuevas zonas de regadío, ya que la ayuda ya no va a ser mayor al cultivarse como regadío, sino que será la percibida por el cultivador en los años 2000/02 cuando se percibían como de secano. Por otro lado, el no estar la ayuda vinculada a la producción, y asignarse al cultivador de los años 2000/02, la tierra podría perder cierto valor, lo que podría crear cierto rechazo de los arrendadores a acometer inversiones.

• Que después de dos o tres años de la puesta en marcha tanto del Plan Nacional de Regadíos como del Plan Hidrológico Nacional, su desarrollo en la provincia no es ni tan siquiera testimonial, y todo apunta a que será un fracaso si no se adoptan medidas para que resulte más atractivo para los propietarios de tierras y agricultores.

• Que la principal reticencia de los agricultores a acometer unas obras necesarias, lo es por los elevados costes de las obras, de las que la mayor parte se han de amortizar, pero también y sobre todo por las pocas facilidades para el pago, obligando a reintegrar la parte correspondiente en pocas anualidades.

• El sistema de amortización de las obras hidráulicas y de regadíos data en algunos casos del año 1971, cuando la rentabilidad de la tierra era mucho mayor que en la actualidad, y mantenemos el mismo tipo de interés que en dicha época (4%), un tipo de interés que antes estaba muy subvencionado y que en la actualidad es un interés de mercado (superior al hipotecario).

• Que se ha de cambiar de forma URGENTE la normativa que corresponda, tanto del Gobierno central (Ley de Aguas y Ley de Reforma y Desarrollo Agrario) como de la Junta de Castilla y León (Ley de Concentración Parcelaria), para permitir amortizaciones de HASTA 50 años, y en los casos en los que se estaban hasta ahora cobrando intereses, estos se subvencionen en al menos el 50% del coste oficial del dinero. Por otra parte, las cuotas a pagar tienen que ser todas iguales, y en modo alguno se ha de exigir un mayor sacrificio en los primeros años de puesta en funcionamiento del regadío como ocurre en la actualidad, y tanto las obras de nuevos regadíos como las obras ejecutadas por Medio Ambiente, han de tener un periodo de carencia de 10 años.

ASAJA              UGAL/UPA             COAG             UCALE

Se entrega copia a los asistentes y se envía también a los diferentes organismos del Estado y Comunidad Autónoma relacionados con la política hidráulica o de regadíos, a los partidos políticos, y a las fuerzas sociales y económicas de la provincia. El documento original se archiva en la Cámara Agraria Provincial.

León, 17 de noviembre de 2003.