Son muchos los agricultores del Bierzo, especialmente jóvenes, que se están
echando para atrás a la hora de poner en marcha una explotación de frutales o
de cultivos de huerta, por motivo de las plantaciones indiscriminadas de chopos.
Plantaciones que se meten hasta en el último huerto y que con su sombra y
raíces convierten en improductivas las fincas colindantes. Ya no solo es que el
propietario de tierras prefiera plantar chopos antes que arrendárselas a un
joven agricultor, sino que además te impide desarrollar tu profesión de
agricultor en tus propias parcelas si tienes la mala suerte de que al vecino le
da por forestar.
Llevamos con este problema arrastrado desde hace no menos de dos décadas, y cada día la
cosa se pone más complicada. Ponemos el ejemplo del Bierzo por ser el más
significativo, pero la situación es también insostenible en el Orbigo desde
Carrizo a Alija del Infantado, en el Condado, en el Esla, y prácticamente en
todas nuestras riberas. El problema se ha tratado de atenuar, en parte, con las
ordenanzas municipales, pero estas están sujetas a la voluntad política de
cada corporación, y en todo caso son siempre difíciles de hacer cumplir. Y
cada legislatura que pasa, con menos alcaldes agricultores y ganaderos, y con
una población agraria en descenso, lo más fácil es ver cómo se legisla a
favor del que planta chopos y no del que planta pimientos, maíz o manzanos.
Pero ahora hay una ocasión de oro para arreglara el problema, y me atrevo a
vaticinar que si no se arregla ya quedará así para siempre. Y es que tanto el
Gobierno regional como el de la nación preparan sendos proyectos de Ley de
Montes, en cuyo articulado tendría cabida la regulación de las distancias
forestales, y en especial las distancias entre masas forestales y terrenos
cultivables. En situaciones como estas es en las que a los ciudadanos nos
gustaría ver la disposición de los políticos para con nuestros problemas, y
que el Parlamento no sea un lugar tan lejano y a la vez tan ajeno. Y a todos
esos que se pegan por salir los primeros en la foto cuando se presenta la
manzana reineta o el pimiento del Bierzo, los quiero yo ver ahora los primeros
pidiendo que se adopten medidas para que en el Bierzo siga habiendo agricultores
que puedan sembrar o plantar sus campos sin que su vecino de parcela, que seguro
vive fuera y en ocasiones no sabe donde tiene la finca, se lo impida y además
la Ley le ampare.
Desde ASAJA, y a partir de este momento, trasladamos el problema al Partido en el
gobierno. Ya contaremos en qué termina.
Secretario General de ASAJA
León, 12 de febrero de 2003