La Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ha comunicado en estos días las resoluciones denegatorias, a decenas de agricultores de la Valduerna, en la comarca de La Bañeza, a sus recursos respecto a las ayudas a cultivadores de remolacha o patata regadas con aguas subterráneas, en la campaña de 2022, con motivo de la crisis económica por la guerra en Ucrania (Orden de 25 de noviembre de 2022 de la Consejería de Agricultura y Ganadería). Se agota así el trámite administrativo, y ASAJA aconseja a los agricultores desistir en sus reclamaciones ante las escasas probabilidades de éxito de una demanda Contencioso Administrativa y consecuencia de ello el pago de las costas judiciales. En las bases de convocatoria, que ASAJA criticó, ya quedaba claro que las ayudas no estaban pensadas para los regadíos de la provincia de León, y sí para regadíos de otras provincias. La ayuda que se solicitaba era de 300 euros por hectárea de remolacha, patatas o cultivos hortícolas.
La denegación de los recursos presentados se basa en que los agricultores, que se encuentran en un proceso de regularización de sus pozos de riego, no tienen reconocida una concesión de agua, a pesar de que llevan utilizándolos desde tiempos inmemoriales, y de que son la alternativa a las restricciones de uso de aguas superficiales del río Duerna para cumplir con los caudales ecológicos que impone el Plan Hidrológico.
Esta es prácticamente la única zona regable de la provincia de León en la que está generalizada la práctica de riego con aguas subterráneas. Se trata de una zona de cultivo –teóricamente de regadío- de unas 4.000 hectáreas, castigada por las decisiones de la Confederación Hidrográfica del Duero, que ha reducido las dotaciones de agua para riego hasta el punto de tener que abandonar superficie de cultivo, pasar a una agricultura de secano, o derivar la producción de patatas, alubias y remolacha, hacia cultivos menos exigentes como el cereal de invierno. Por otra parte, ASAJA de León ha pedido reiteradamente a la Junta de Castilla y León, en las reuniones del Consejo Agrario Provincial, que presente un estudio de alternativas para consolidar esta zona regable, algo a lo que se han negado, y que para la organización agraria pasaría por la construcción de una gran balsa de riego con llenado desde el río Duerna en los meses de invierno y aportaciones de aguas subterráneas si fuera necesario. Un proyecto similar al que la Junta ejecutó con éxito en la provincia de Valladolid, en Villalón de Campos, con aguas recogidas en invierno de los ríos leoneses Esla y Cea.