Vaya por delante que reconozco a los vecinos de El Burgo Ranero todo su derecho a oponerse, por los cauces legales, a que se instale una granja de cerdos en su municipio, como reconozco al alcalde y a los concejales el derecho a decidir sobre ello, siempre que no incurran en prevaricación. Pero dicho esto, lo que no se puede permitir es que para defender esa postura en contra, se haga denostando la actividad porcina, profesión digna como la que más y merecedora de respeto y consideración. Denostar es llamar despectivamente “macrogranja” a lo que no lo es; atribuirle un elevado consumo de agua que no es cierto; afirmar que produce elevada contaminación del  suelo y el aire; decir que “llena de mierda” el municipio; y considerar a este negocio como especulativo, lo que, por cierto, no atribuyen a los fondos de inversión que están instalando fotovoltaicas al lado. Algunos de los que protestan, hasta hace poco eran ganaderos y tenían los animales al lado de la cocina de sus casas, y el corral lleno de estiércol, pero eso es otra cuestión. El Burgo Ranero, aunque tarde, tiene el privilegio de haber transformado su agricultura de secano en un próspero regadío con agua de Riaño. La riqueza que está suponiendo es indudable, y se verá plenamente en los próximo tres o cuatro años. Pues bien, al menos el 70 por ciento de las tierras de cultivo se siembran de maíz, y este maíz, como el del resto de España y el que importamos, lo consumen en más del 50 por ciento los cerdos, y el resto, otra ganadería intensiva. Y otro dato que no es especulación son los puestos de trabajo de Embutidos Rodríguez, con casi mil empleos directos, la primera industria agroalimentaria de la provincia y una de las más importantes de todos los sectores por oferta de trabajo y facturación, dedicada en su totalidad al procesado del cerdo, dando oportunidades a los demandantes de empleo –muchos inmigrantes-, demostrando con hechos que el porcino no es mierda – como no lo es el ser humano, que también defeca-. Es bueno que se sepa que, sin granjas porcinas, esta industria no existiría.

*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 3 de enero de 2025.