En la provincia de León se cultivan unas trece mil hectáreas de girasol, dos tercios en secano y un tercio en regadío. Cuando se introdujo el cultivo en la provincia, a principios de la década de los noventa, lo hizo atraído por unas ayudas generosas de la PAC, y lo que menos importaba era el aspecto agronómico y el éxito de cosecha, por lo que no era raro ver fincas sin recolectar. Un escándalo como años después fue el del cultivo del lino. Hoy afortunadamente la cosa es distinta, pues las ayudas son similares a las de otros cultivos y el agricultor que lo siembra lo hace con la expectativa de obtener una rentabilidad vendiendo la pipa que recolecta. Los genetistas de las multinacionales de las semillas no han conseguido, en mi opinión, desarrollar variedades capaces de dar grandes producciones en la agricultura de regadío para competir con cultivos como por ejemplo el maíz, pero por el contrario han desarrollado variedades con potencial para dar razonables producciones en la agricultura de secano a poco que el tiempo acompañe. En nuestra provincia es una alternativa a dejar tierras en barbecho, sobre todo en esos secanos más frescos, más productivos, y encajan perfectamente en esa necesaria rotación que hay que hacer para no cultivar cereal encima de cereal. Este cultivo de primavera es poco exigente en abonados y tratamiento y deja las parcelas mejoradas de cara a la cosecha siguiente. Este año la expectativa de cosecha es buena, y la de precio mejor todavía, por lo que es probable que dé satisfacciones a los que tuvieron el acierto de sembrarlo. Independientemente de la situación puntual de los precios, para la pipa de girasol siempre habrá demanda en los mercados nacionales o internacionales por su aprovechamiento tanto para obtener aceite, como la torta de alto contenido en proteína que se utiliza en la alimentación animal. Y los apicultores locales están encantados de que abunden las siembras, pues a estas alturas que la floración silvestre ya escasea, esta es la forma más segura y barata de llenar de miel la colmena.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 9 de julio de 2021.