Siempre me han interesado las elecciones al Parlamento Europeo, como no podía ser de otra manera por mí condición de ganadero, de dirigente agrario, y de agrarista convencido, pues de Europa llegan la mayoría de las ayudas al sector, las restricciones a la producción, las reglas de comercio y mucha normativa regulatoria que nos afecta en diferentes ámbitos
ELECCIONES EUROPEAS
Siempre me han interesado las elecciones al Parlamento Europeo, como no podía ser de otra manera por mí condición de ganadero, de dirigente agrario, y de agrarista convencido, pues de Europa llegan la mayoría de las ayudas al sector, las restricciones a la producción, las reglas de comercio y mucha normativa regulatoria que nos afecta en diferentes ámbitos. Siempre he reflexionado sobre estas elecciones y muchas veces he votado en blanco porque no he encontrado en las listas ni a las personas adecuadas ni los programas electorales que deseaba encontrar. Alguna vez hasta lo dije públicamente, como en un artículo de opinión en la prensa provincial en puertas a los segundos comicios, allá por 1989, que titulé “razones para no votar en las europeas”, y del que tuve una réplica de Fernando de Arvizu bajo el título “razones para votar en las europeas”. El amigo Arvizu, destacado catedrático de nuestra Universidad, formaba parte de la candidatura del PP en puestos de atrás, una candidatura en la que ya era peso pesado el ahora todavía ministro de Agricultura, Arias Cañete.
No necesito tomar un café en el bar de la Universidad con el profesor de Derecho Romano para comprobar en la conversación que el viejo político del PP y yo, después de haber pasados tantos años de aquel debate en la prensa, coincidimos en la valoración del proceso electoral al que nos van a convocar para el mes de mayo. Y estoy seguro que ambos, si votamos algo distinto a la papeleta en blanco, lo haremos por lealtad a nuestros principios, pero no convencidos de estar contribuyendo a la construcción de Europa eligiendo a los mejores. Escribo esto en caliente, cuando tras larga espera el PP ha designado a Cañete para encabezar la opción del centro derecha español, poniendo fin a lo que algunos ya considerábamos desidia. Sigo manteniendo mi alta consideración con la eurodiputada socialista Iratxe García, que con acierto su formación sigue contando con ella. Dudo que en la lista del PP vaya a haber una digna y representativa presencia de Castilla y León. Y estoy encantado con la patada hacia arriba a Arias Cañete. Enemigo que huye…….
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 11 de abril de 2014