El 30 de diciembre el consejero de agricultura y ganadería de la Junta, José Valín, firmó un convenio marco, que ahora habrá que desarrollar, con el presidente de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquiera del Porma, Matías Llorente.
EL CONSEJERO FIRMA UN CONVENIO CON LA
COMUNIDAD DE REGANTES DEL PORMA
El 30 de diciembre el consejero de agricultura y ganadería de la Junta, José Valín, firmó un convenio marco, que ahora habrá que desarrollar, con el presidente de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquiera del Porma, Matías Llorente.
El objeto del convenio es la modernización de los regadíos de la zona, algunos de ellos con poco más de una década de existencia, sustituyendo las acequias por tubería enterrada para el riego por aspersión.
El compromiso de la Consejería es no cobrar las obras de regadío ejecutadas en su día, que la Comunidad de Regantes tenía recurridas por no estar conforme con la calidad de los trabajos. Después de ésta condonación que no deja de ser algo insólito y que puede suponer un agravio para con otros regantes, se procedería a declarar la zona como de «interés general», acometiéndose un nuevo proceso de reconcentración parcelaria y la implantación de nuevas infraestructuras de riego con la fórmula de financiación que ofrece el Plan Hidrológico Nacional a través de la empresa pública SEIASA. Recordamos que esta financiación supone que para una inversión aproximada de entre 6.000 y 8.000 euros por hectárea, la Junta subvenciona en su totalidad el 20%, el 19,20 es subvención europea, el 24% lo paga la Comunidad de Regantes mediante un préstamo bancario (al tipo de interés y condiciones que se pacte con la banca privada) y se lo repercute a los regantes en las cuotas anuales que determinen los órganos de gobierno de dicha Comunidad, y el 36,80% restante, se lo tienen que devolver los regantes a SEIASA en 50 años, siendo los 25 primeros de carencia, y no se cobran intereses ni se actualiza el precio del dinero.
¿Qué opina ASAJA de esto?.
Si la Consejería legalmente puede condonar las obras actuales, y lo hace dando seguridad jurídica a los agricultores propietarios, las nuevas obras que se prevén son interesantes para los agricultores en activo, siempre que la inversión por hectárea no se dispare. El problema va a surgir a la hora de recabar el apoyo de los propietarios de tierra que no son agricultores, que pueden rechazar tanto la reconcentración como las nuevas obras.
Y para el agricultor hay otro problema, que es el qué hacer con las fincas que una vez reconcentradas tengan un tamaño que no permita instalar un Pivot, ya que al no poderse regar por gravedad, habría que utilizar el obsoleto, caro y trabajoso sistema de riego por cobertura. No hay que olvidar que aun reconcentrando, y dado lo atomizada que está la propiedad en esta provincia, el tamaño medio por finca reconcentrada no sobrepasa las 4 hectáreas en ninguna zona, aun yendo al sistema de parcela única por propietario.
Por lo demás, obviados estos inconvenientes, todo lo que sea concentrar la propiedad e ir a sistemas de riego que mejoren las cosechas y ahorren mano de obra, es bueno para los profesionales del campo, y por tanto ASAJA lo apoya.