Los chinos empiezan un nuevo año que han bautizado como el de la cabra.
EL AÑO DE LA CABRA
Los chinos empiezan un nuevo año que han bautizado como el de la cabra. Seguro que el amigo Pepe León, que inició ayer una exposición de pintura en el Museo de León fruto de su inspiración y vivencias en el país asiático, me podría ilustrar ampliamente de su significado, pero voy a llevar la opinión por derroteros más mundanos. En nuestro caso, el año de la cabra quizás fue el pasado 2014, un año en el que quienes se dedican a cuidar y explotar esta especie, obtuvieron una rentabilidad digna. Hay que decir que el principal mercado que tiene abierto esta ganadería es en la producción de leche, de la que somos deficitarios y donde la industria quesera se las ve y se las desea para aprovisionarse. Claro que como esto de los mercados tiene lo suyo de cíclico e imprevisible, no hace tanto atravesaron una crisis que dejó en la cuneta a varios jóvenes que habían empezado con mucha ilusión y no fueron capaces de atender sus compromisos con los bancos. Y no es menos cierto que, ya con un repunte de precios, al generalizarse las campañas de saneamiento, chequeando la enfermedad de la tuberculosis caprina, en muchas ganaderías se redujo considerablemente el censo de animales o se vieron abocadas a un vaciado sanitario. Aun siendo un buen año, auguro pocas vocaciones de cabreros entre nuestros jóvenes, y menos de cabreros pastores que salgan al monte desde por la mañana hasta la noche. Pero esa otra ganaría intensiva en la producción de leche, de cabras estabuladas altamente seleccionadas, con buen manejo y mejores instalaciones, parece que tiene un futuro asegurado en los próximos años. Por lo general, las cabras se explotan en países poco desarrollados, y de ahí poca competencia no puede llegar, por lo tanto la leche se producirá en los países mediterráneos de la Unión Europea y quién la quiera la tendrá que pagar. Así que espero que el año 2015 sea también el año de la cabra para nuestros ganaderos, por sus buenos resultados económicos, y un buen augurio es la curiosa noticia que estos días difundían algunos medios: “una cabra murciano-granadina ha parido seis cabritos”. Pues eso, el año de la cabra.
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 20 de febrero de 2015.