La consejería de Medio Ambiente prepara una orden por la que se van a regular las bases de las ayudas a los ganaderos, para compensar los daños producidos por el lobo en la cabaña ganadera en todo el territorio de Castilla y León. Hasta ahora, se indemnizaba al sur del Duero, mientras al norte del Duero únicamente se compensaba en los casos de daños en las reservas de caza gestionadas por la Junta, como ocurría en nuestra provincia en Riaño-Mampodre y Ancares. Por razones distintas, esta es una demanda tanto de los ganaderos como de los grupos ecologistas. Digo por razones distintas porque los conservacionistas consideran que esta es la solución al problema, mientras que los ganaderos no quieren dinero, quieren que no haya lobos, y que, como mal menor, el censo esté controlado, no se convierta en una especie invasora, y a la vez se compensen en su justa medida unos daños que deberían de ser de casos puntuales. Los ganaderos no vamos a blanquear el atropello que ha cometido la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, metiendo al lobo en el listado LESPRE sin consenso y sin argumentos científicos, y consecuencia de ello impidiendo una gestión efectiva de la especie cuando los crecientes censos son causantes de problemas para los sectores económicos y para el equilibrio medioambiental. Estando en contra del actual estatus del lobo, los ganaderos esperamos que las compensaciones que se produzcan a partir de ahora sean verdaderamente justas, fáciles de valorar, y rápidas en pagar. Lo de fáciles de valorar no es cuestión menor, pues no sería razonable dejar toda la capacidad de decidir en manos de la guardería forestal que no necesariamente siempre va a ser objetiva, y que se va a encontrar con la dificultad de verificar la prueba y verificar que el daño, una vez constatado, se ha debido al lobo. Pero de todos modos, no había otro camino que el de la compensación, porque si la sociedad quiere que haya lobos y otras especies salvajes que causan daños a la ganadería, esas especies las tendremos que alimentar entre todos, no solo los ganaderos.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 9 de diciembre de 2022.