CORREOS

El servicio de correos es otro de los que hacen aguas en el medio rural. Este servicio público, tan necesario en un medio tan disperso como son nuestros pueblos, pierde calidad cada día que pasa.

CORREOS 

El servicio de correos es otro de los que hacen aguas en el medio rural. Este servicio público, tan necesario en un medio tan disperso como son nuestros pueblos, pierde calidad cada día que pasa. Es demasiado habitual encontrar días con el servicio desatendido, cambios en el personal con sustitutos que devuelven correspondencia a la  más mínima dificultada para localizar al destinatario, y unos precios que, para las empresas que realmente necesitan este servicio, son francamente caros. Afortunadamente también en el medio rural se prescinde de la correspondencia, sobre todo porque se ha generalizado la telefonía y lo que antes se contaba por carta ahora se comenta de viva voz, que es mejor. No tengo tan claro que en nuestros pueblos, en ese fragmento de población de más de sesenta y cinco años, se generalice tan pronto el uso de correo electrónico, que es lo que realmente haría innecesaria la presencia del cartero, que quedaría relegado en su  cometido a la entrega de paquetería. Pero hoy por hoy, en los pueblos sigue siendo básico y fundamental que llegue puntualmente el cartero, aunque nada más sea porque lleva las cartas del Sacyl con la revisión médica, las de los bancos,  o la prensa diaria. 

Podemos asumir que también los servicios públicos tienen que ser viables desde el punto de vista económico, pero no podemos admitir que el sistema no sea solidario, es decir, no debe de costar más a un ciudadano de Posada de Valdeón, por poner un ejemplo, de lo que le cuesta a quién vive en la calle Ordoño II de la capital. Porque si en los pueblos  hay que pagar el cartero, el médico, el practicante, el maestro, y hasta el cura, la solución sería vivir todos en la capital y convertir la provincia en una reserva natural. Y por cierto, como he dicho que el franqueo no tiene nada de barato, me gustaría que alguien me explicara qué convierte en diferentes a los sindicatos de clase para que tengan un franqueo especial, a mitad de precio, para el envío de su correspondencia. Un privilegio reservado exclusivamente a ellos, salvo que también lo tengan los partidos políticos. 

Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 14 de noviembre de 2014