No pienso que sea una buena noticia el consenso entre gobierno y oposición, en la Diputación Provincial de León, para sacar adelante los presupuestos del año 2025. Sí creo en los consensos para aprobar determinadas medidas concretas, o para aprobar declaraciones institucionales, pero si, por ejemplo, hay un consenso para aumentar la plantilla y aprobar una convocatoria de plazas de oposición, pienso que unos y otros se han repartido previamente los puestos de trabajo y que ya tienen designadas a las personas que van a ocuparlos. Pero es más, pienso que si el PP, llamado a ser algún día partido de gobierno, llega a un acuerdo con la UPL y con el PSOE para aprobar las mismas cuentas, lo ha hecho por pereza, por vagancia, por incompetencia, por dejadez, por desidia. Porque hacer lo que deben de hacer, que es hacer oposición y presentar una alternativa en las cuentas del año dos mil veinticinco, requiere de trabajo, de mucho trabajo, de ideas, requiere conocer la provincia y sus necesidades, requiere escuchar a sus alcaldes y concejales, escuchar a sus pedáneos, conocer las transferencias que van a llegar del Estado o de la Junta, y requiere dedicarle muchas horas, y todo para defender la dignidad del cargo, del cargo de diputado en la oposición, porque consecuencias prácticas ya sabemos que no va a tener. El PP ha dado su visto bueno a unos presupuestos elaborados por el PSOE y por la UPL, que van a gestionar los diputados de estos dos partidos políticos, y que dejarán a la mayoría de los ayuntamientos gobernados por la derecha “a dos velas”. Hay que desconfiar de los consensos en política, y más de los consensos a los que se llega con partidos, como ha sido este caso, que no son necesarios para la aritmética del poder, que no son necesarios para alcanzar mayorías, porque da la sensación de que el PP va a estar pagando, durante cuatro años, la remuneración pactada a principios de legislatura sobre dedicaciones exclusivas, uso de despachos y cargos de confianza. Da la sensación de que en la oposición no se está tan mal y que se quiere repetir.

*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes29 de noviembre de 2024.