Estos días se ha firmado un acuerdo con el Gobierno que permite dar un respiro a la minería del carbón de nuestra provincia en los próximos 6 años, acuerdo que coincide con el de la PAC, que da también una cierta estabilidad, por seis años igualmente, al sector agropecuario.
CIERTA ESTABILIDAD PARA LOS SECTORES AGRÍCOLA Y MINERO
Estos días se ha firmado un acuerdo con el Gobierno que permite dar un respiro a la minería del carbón de nuestra provincia en los próximos 6 años, acuerdo que coincide con el de la PAC, que da también una cierta estabilidad, por seis años igualmente, al sector agropecuario. Minería y agricultura son sectores primarios en nuestra provincia que han jugado un papel relevante a lo largo de la historia, siendo claves en el desarrollo socioeconómico de las zonas rurales, zonas en las que es difícil encontrar otras fuentes generadoras de riqueza y empleo si exceptuamos los negocios y empresas de servicios que gravitan en el entorno de estas dos actividades económicas.
Si nadie quiere invertir donde estamos los mineros y los agricultores y ganaderos, por algo será. Ni los programas de desarrollo rural impulsados desde la PAC ni las ayudas a la reindustrialización de las zonas mineras han dado frutos significativos para sustituir a estos dos sectores primarios que, si bien en el del campo no se ha reducido la producción, si lo ha hecho el de la minería, y en ambos la sangría de pérdida de efectivos ha sido más que evidente. El estar dónde nadie quiere haciendo lo que casi nadie quiere, compitiendo en desventaja con terceros países donde no existen derechos laborales, la energía es más barata y los recursos naturales son abundantes, únicamente se pude hacer con ayudas públicas. La minería ha recibido en las últimas décadas infinitamente mucho más dinero por trabajador ocupado del que ha recibido el campo, y siendo cierto que su trabajo ha sido en general más penoso, en contrapartida envidiamos unas rentas que no se han conseguido en el campo y unas jubilaciones que triplican las nuestras de menos de 600 euros al mes. Ahora que han llegado los recortes, también a la minería, las subvenciones que perciben los mineros y los agricultores son muy similares, y lo digo porque me he tomado la molestia de comprobarlo. Una agricultor profesional de la provincia de León, de esos profesionales que pagan la Seguridad Social, percibirá una media de ayudas PAC de 8.000 euros al año, cifra que no dista mucho de los 11.000 euros que cobrarán las empresas mineras por cada trabajador al que le paguen la nómina.
Campo y minería necesitan estas ayudas, y necesitamos muchos apoyos, y que de verdad crean en nosotros, para afrontar un futuro, en la próxima década, donde nuestros ingresos provengan exclusivamente del mercado.
León, 3 de octubre de 2013
José Antonio Turrado. Secretario general de ASAJA de León