Los bancos de tierras son medidas de política agraria de repúblicas bolivarianas y por lo tanto de difícil encaje en quienes tenemos otras ideologías y principios económicos.
BANCO DE TIERRAS
Los bancos de tierras son medidas de política agraria de repúblicas bolivarianas y por lo tanto de difícil encaje en quienes tenemos otras ideologías y principios económicos. No obstante, el PP ha enarbolado esta bandera, en desuso desde que Jaime González dejó la consejería de Agricultura en el gobierno de Demetrio Madrid, y ahora figura en la Ley Agraria y lo promueve también la Diputación junto al Consejo Comarcal del Bierzo. Nada tengo que objetar y todo lo considero bueno si está sirviendo para poner en cultivo fincas del Bierzo abandonadas algunas de ellas desde el éxodo rural de los años setenta, fincas “a poulo” llenas de maleza que ni producen ni dejan producir a las de al lado. Bienvenido sea este sistema administrativo si de verdad es necesario, y no excesivamente caro, para poner en contacto al propietario del terreno con el agricultor que quiere empezar la profesión o simplemente aumentar su superficie de cultivo. Bienvenida sea esta “agencia de colocación de tierras” si sirve para quitar a los propietarios el miedo a someterse a una ley, la de Arrendamientos Rústicos, que lo único que hace es dar garantías jurídicas a las partes.
El verdadero problema de que una parte del terreno del Bierzo esté sin cultivar, cuando hay tanta gente que ha perdido su empleo en la industria y los servicios, tiene otros motivos que no parece que esté abordando el Consejo Comarcal, ni la Diputación Provincial, ni por supuesto la alejada Junta de Castilla y León. Motivos como el minifundismo, la falta de concentraciones parcelarias que le den una dimensión agronómicamente razonable a las parcelas, la ausencia de caminos rurales, el daño que causan las plantaciones indiscriminadas de chopos, y por supuesto la falta de un regadío modernizado. Si esto estuviera solucionado, habría agricultores suficientes, tanto de los de ocupación total como a tiempo parcial, para labrar las viñas, cultivar las tierras y aprovechar los pastos con ganado. Nada distinto a lo que hoy ocurre en el resto de la provincia y en general en toda España, con la ventaja de que el clima del Bierzo permite alternativas de una agricultura más intensiva.
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 20 de junio de 2014.