La organización agraria ASAJA valora positivamente que el Estado haya actualizado el “proyecto de estación de bombeo y red de riego del sector XI de la subzona Payuelos, de la zona regable del Embalse de Riaño, y que haya iniciado el proceso de levantamiento de actas de ocupación definitiva y temporal con motivo de las obras, tal como se publicó en el BOE del pasado viernes 6 de octubre.
Si se actúa como en otros sectores, en un plazo todavía por determinar el Ministerio de Agricultura encargará las obras por adjudicación directa a la empresa pública Tragsa. Se trata, en este caso, de una superficie de 945 hectáreas de nuevos regadíos en el municipio de El Burgo Ranero, sobre todo en terrenos de la localidad de Las Grañeras.
En los últimos años, tanto la Junta de Castilla y León como el Ministerio de Agricultura han hechos esfuerzos económicos importantes para completar el desarrollo de los regadíos dependientes del Pantano de Riaño De las 40.000 hectáreas de la zona regable de Payuelos, tan solo quedan ya 6.773 hectáreas (17%) sobre las que no se ha iniciado actuación alguna para su transformación (salvo la concentración parcelaria), mientras que en el resto, o están ya transformadas o están con obras en fase avanzada.
Dado que la Junta de Castilla y León ya cumplió con todos sus compromisos con esa zona regable una vez que en próximas fechas reciba las obras del Sector XVII, ASAJA exige al Ministerio de Agricultura que pegue un empujón final a esta zona regable y le ponga fecha a las 6.773 hectáreas que le quedan pendientes de intervenir en ellas, y también le pide que ejecute la red de caminos que ha ido dejando pendientes en todos los sectores de riego en los que ha intervenido. Los caminos son una infraestructura fundamental para el desarrollo de estas zonas de agricultura de regadío.
Los agricultores por su parte están haciendo fuertes inversiones para poner sus fincas en regadío, tanto en movimiento de tierras, como sobre todo en instalar los sistemas de riego en lo que se conoce como “amueblamiento de las parcelas”. Además, los nuevos regantes asumen la amortización de la obra pública a través de las tarifas y canon de riego, los costes de la Comunidad de Regantes, y los costes energéticos vinculados al riego a presión.
Los costes del amueblamiento de las parcelas se han multiplicado por dos en menos de seis años, y en estos momentos las inversiones se complican también por el encarecimiento del crédito.
ASAJA. León, 9 de octubre de 2023.