A raíz de la invasión rusa a la península de Crimea, la Unión Europea, a la vez que estableció sanciones a Rusia, otorgó al país invadido, Ucrania, un estatus preferencial en las relaciones comerciales. Por eso Ucrania ha sido el origen de la mayor parte de la importación de cereales de España desde países terceros, por eso y porque está a una distancia razonable y tiene una muy interesante logística portuaria. Ante la invasión de Ucrania, los bróker de nuestro país que operan en el comercio internacional de granos están buscando otros mercados y pidiendo liberalización de cuotas y aranceles de importación, algo a lo que también se han sumado voces de la burocracia que manda en la Unión Europea, e incluso nuestro propio ministerio de Agricultura. Desconozco con qué arancel se está importando de zonas de producción en América, pero en todo caso serán aranceles relativamente bajos para los precios ordinarios que tienen los cereales, y todavía mucho más si se compara con la curva actual de precios que hoy podrían estar doblando los de hace un año. El mercado de los cereales es un mercado globalizado, donde los aranceles ya distorsionan poco, y lo que distorsiona es la especulación, como distorsiona la escasez de fletes y el elevado coste de los fletes por el encarecimiento de los carburantes. Y no criticaremos a la Unión Europea si toma medidas para buscar nuevos mercados para aprovisionarnos de cereales en los próximos meses y evitar el colapso que se espera para el mes de mayo, pues hay que dar una respuesta lo menos mala posible para el consumo humano y animal, pero a la vez le pediríamos a la Unión Europea que comience por incentivar la producción en nuestro país. Porque estando el mundo en guerra, estando subiendo el coste de los alimentos, y estando en puertas a un desabastecimiento mundial y por lo tanto también en España, los agricultores leones no podemos sembrar todo el maíz que nos apetece sembrar porque hay normas absurdas de la PAC que lo impiden. No hay maíz en el mundo y a nosotros no nos dejan producir más, nos penalizan si producimos más. De locos.
*Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 11 de marzo de 2021