Después de año y medio, hay centenares de expedientes de derechos de pago único de agricultores y ganaderos de esta provincia que siguen llegando con errores.
AÑO Y MEDIO A VUELTAS CON LOS DERECHOS
Después de año y medio, hay centenares de expedientes de derechos de pago único de agricultores y ganaderos de esta provincia que siguen llegando con errores. Se trata sobre todo de reasignaciones de derechos efectuadas algunas en el ya lejano verano de 2005, que al día de hoy, cuando se han comunicado los derechos como definitivos, no figuran correctamente. De nada ha servido el intento de subsanarlo por parte del interesado cuando se tramitó la PAC en marzo del pasado año, y de poco han servido algunas citas a la SAC o sección correspondiente para llevar de nuevo los papeles que la Administración extravió en no se sabe bien que despacho.
No cabe duda alguna que el proceso ha sido complejo y que era de esperar problemas de todo tipo. Lo que no se entiende es que los errores detectado hace un año no se hayan subsanado o lo que es peor, que se hayan hecho mayores, es decir, que los hayan tocado para estropearlo más. No es de recibo que la sección menos considerada en la Administración, la que ha dispuesto de menos medios humanos y materiales para trabajar en este año y medio, haya sido la encargada de tramitar los derechos de pago único, siendo en estos en los que se juega una gran parte de la renta de todos y cada uno de nuestros agricultores y ganaderos. No hay derecho a que se hayan dejado agotar todos los plazos y que a última hora las prisas hayan llevado a repartir expedientes por decenas de mesas de funcionarios, de todo tipo y condición, dándoles cada uno de ellos un tratamiento distinto y encontrándonos ahora con errores de los que nadie se hace responsable. Lamentable que se hayan grabado los expedientes de forma distinta según el funcionario al que le tocara en suerte instruirlo, y lamentable que no haya a quién pedirle cuentas ni tan siquiera a quién ponerle la cara colorada. En definitiva, absoluta improvisación, plazos que no se han respetado, errores imperdonables, e imperdonable que al día de hoy nadie responsable se haya dado cuenta que existe un serio problema.
Algún millón de euros está pendiente de llegar a sus destinatarios por estos errores de la administración tanto en la reasignación de derechos como en el reparto de derechos de la reserva nacional. Algunos de estos millones se perderán para siempre, pues nunca se le reconocerá al administrado el derecho a percibirlos. Y ante un problema que ha generado la Administración que está volviendo locos al administrado y a las entidades colaboradoras como es el caso de ASAJA, la Consejería no está prestando el más mínimo apoyo para resolver los expedientes, pues es toda una hazaña conseguir que alguien te diga tan siquiera dónde se han equivocado, qué han hecho mal, para poder presentar un recurso en debida forma. Mucho nos tememos que si no conseguimos que nos aclaren dónde se han equivocado, que resuelvan los recursos con más de lo mismo y si es así queda el camino del contencioso, un camino incierto en el que o se lo queda la Junta o se lo quedan los abogados o ambas partes, pero seguro que el agricultor no. Por eso esto es tan importante y estamos tan preocupados.
León, 11 de enero de 2007