Me sumo al reconocimiento que la familia socialista ha hecho a Antonio Losa, fallecido a principios de esta semana. En su etapa como D. G. de Reforma Agraria, con Jaime González como Consejero, colocó un cartel en una finca de Izagre, al lado de la carretera, informando de la actuación en los nuevos regadíos de Payuelos. Siempre me fijaba en él las muchas veces que regresaba de Valladolid de reuniones agrarias de todo tipo -como se fijaría Antonio Losa en sus viajes a Fuensaldaña como procurador-, y el cartel terminó desapareciendo, muchos años después, sin que las tierras vieran el agua. Pero por algo se empieza, y cierto que Antonio Losa, junto a otros destacados agraristas del PSOE, como el ya citado Jaime González, fueron decisivos para que el Gobierno de Felipe González adoptada la polémica y acertada decisión de cerrar el Pantano de Riaño, y años más tarde acometer las primeras grandes infraestructuras de riego, como fue el Canal Alto de Payuelos. Estos mismos agraristas, algunos años después, idearon la alternativa a la presa en el río Omaña para regar el Páramo Bajo utilizando el agua de Riaño con una elevación en Villalobar, asunto este un tanto más controvertido. En aquel Gobierno de Demetrio Madrid, corto en el tiempo, en materia agraria mandaban los leoneses, donde también estaban los veterinarios Juan A. Ordás y Felipe Robla. Había gente muy relevante en materia agraria en el PSOE, gente que sabía, estuvieras o no de acuerdo con sus ideas, y lo que quiero destacar es que, pasada aquella generación, no ha quedado nadie. El PSOE leonés no ha vuelto a tener a nadie con autoridad en materia agraria en la provincia, cierto también que es consecuencia de que no han gobernado en Castilla y León desde 1986, y que por lo tanto no se han formado cuadros en los muchos puestos que se reparten los partidos políticos cuando gobiernan. También porque hubo un tiempo que el PSOE lo fió todo a UGAL, otro error manifiesto. Pero bueno, la última vez que Losa viajó a Valladolid, a buen seguro se fijó en que en Izagre ya se riega, por fin, y estoy seguro de que se alegró.