JUBILADOS IGUAL DE POBRES, PERO CON DERECHO A TRABAJAR

Nunca nos cansaremos de denunciar la injusticia que se produce con los jubilados del campo, que después de toda una vida dedicada a duras labores mal pagadas y peor reconocidas, se les despacha con las pensiones más bajas del país. Y es que la pobreza también debe de ser el vivir al mes con los 351 euros que de media cobraron nuestros jubilados del campo el pasado año.

JUBILADOS
IGUAL DE POBRES,

PERO
CON DERECHO A TRABAJAR

 

José
Antonio Turrado*

 

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nos cansaremos de denunciar la injusticia que se produce con los jubilados del
campo, que después de toda una vida dedicada a duras labores mal pagadas y peor
reconocidas, se les despacha con las pensiones más bajas del país. Y es que la
pobreza también debe de ser el vivir al mes con los 351 euros que de media
cobraron nuestros jubilados del campo el pasado año.

Insensible
a nuestras reivindicaciones, el Gobierno no opta por mejorar las pensiones, sino
por permitirles trabajar, algo que ya se hacía hasta ahora pero que a partir
del viernes 25 de abril, y gracias al Real Decreto Ley 2/2003, además es legal.
"Te sigo dando una pensión de miseria, pero te permito que sigas labrando
las tierras hasta que el cuerpo te aguante", es más o menos el resumen de
la medida aprobada por el Ministerio de Trabajo.

Siempre
ha habido en los pueblos una "guerra" de los agricultores en activo
contra los jubilados que siguen trabajando más allá de los 65 años. Desde
ASAJA siempre hemos comprendido las razones de unos y de otros, aunque puestos a
elegir estamos y estaremos siempre del lado de los jóvenes en activo. Y hemos
defendido que la solución a las míseras pensiones del campo no viene por
alargar la vida laboral, sino por mejorar las pensiones para que quien se jubile
pueda transferir su explotación a un joven en activo.

El
Gobierno, con la decisión que ha tomado de exonerar del pago de cuotas a los
que sigan trabajando con más de 65 años y cobrando pensión, viene a legalizar
una situación que de hecho ya se daba. Pero no resuelve nada: si cabe, se lo
pone un poco más difícil a los jóvenes, que tendrán más dificultades para
incorporarse al sector, y, cuando ya estén instalados, para aumentar a base de
recibir cuotas y tierras de los jubilados. Y a los mayores, a los que no les
sube la pensión, les dice que la alarguen, si no les llega, siguiendo
trabajando, aun a costa de dejarse más salud y bienestar por esos surcos de
Dios.

Nuestro
sistema de Seguridad Social es un auténtico bodrio si para vivir en la vejez
hay que seguir en activo, en trabajos que, como la agricultura y la ganadería,
se necesita de una fortaleza física que ni con mucha suerte se tiene metido uno
en los sesenta y tantos o setenta años. Y los del Ministerio de Agricultura
deberían de haber impedido una medida que además es veneno puro para los
jóvenes que están en el sector o tienen previsto incorporarse al mismo.

Esta
moda de trabajar por encima de los sesenta y cinco años se la inventó Aznar y
maldita la gracia que nos hace. Quizás se la aplaudan sus correligionarios de
la política, casi todos funcionarios, pero en el campo lo que queremos es
jubilaciones a poder ser a los sesenta y pensiones dignas. El trabajo para los
jóvenes, que pueden mejor y están suficientemente preparados. ¿O no lo
entiende así el señor Aznar?

 

 

León,
6 de mayo de 2003

José
Antonio Turrado Fernández

Secretario
General de ASAJA de Castilla y León