Los dos partidos mayoritarios, Partido Socialista y Partido Popular, se han unido para presentar una candidatura conjunta a las elecciones de Caja España.
EL PP Y EL PSOE ESTAN BAJO SOSPECHA
Los dos partidos mayoritarios, Partido Socialista y Partido Popular, se han unido para presentar una candidatura conjunta a las elecciones de Caja España. No se trata de propiciar una candidatura apolítica de gente profesional e independiente para gobernar la Caja, sino de integrar en una lista única gente de ambas ideologías, más vinculada que nunca a cada uno de ambos partidos, para repartirse los cargos de relevancia en la principal entidad de ahorro de Castilla y León.
Lo han vendido como un éxito, como algo bueno para los ciudadanos leoneses y por extensión de toda la región. Es más, parece que tenemos que agradecerle todos los mortales que se hayan puesto de acuerdo para elegir a la zorra que va a guardar nuestros dinero en los próximos años. Esta es la verdad que cuentan ellos, la que está en la calle es otra muy distinta. La otra verdad es que los partidos políticos se saben demasiado los unos de los otros de la utilización política que se ha hecho de Caja España. Utilización política a la hora de repartir los fondos de la obra social, utilización política a la hora de apoyar o no apoyar según que empresas o empresarios, utilización política a la hora de colocar a ciertas personas en cargos de confianza donde no se da un palo al agua, utilización para traficar con influencias, y en definitiva utilización por haber puesto los intereses de la entidad a disposición del partido. Qué no sabrá Isabel Carrasco de Angel Villalba, y viceversa. Se lo saben todo.
Pero en todo caso, si ponerse de acuerdo los dos grandes partidos políticos es bueno, estamos esperando que se pongan de acuerdo para gobernar no pocos ayuntamientos que están haciendo trizas por las luchas partidistas. Nos gustaría que se pusiesen de acuerdo para desarrollar los regadíos de Sahagún, para traer la Alta Velocidad, para salvar la minería, para desarrollar los cultivos energéticos, para crear la estación de esquí de San Glorio, para crear el circuito de velocidad de La Bañeza, para hacer la autovía a Valladolid, para construir los embalses del Eria y el Duerna, para impulsar polígonos industriales en las comarcas, para construir el hospital de Astorga, para salvar el medio rural del abandono, para crear ofertas de empleo para las mujeres, para extender la asistencia social a todos los que la necesitan, para mejorar las pensiones más bajas, para ofrecer una enseñanza de calidad y universal, para mejorar los servicios en el medio rural, para recuperar el patrimonio que tenemos abandonado, para que los leoneses nos sintamos cómodos en la actual autonomía, para que Internet llegue a los pueblos, para salvar nuestros montes de los incendios y la desidia, para potenciar los recursos naturales, para atraer un turismo de calidad a León, para eliminar las listas de espera en los hospitales, para apoyar a los autónomos, para atraer puestos de trabajo, o que se pongan de acuerdo para decidir si Castilla y León tiene que pintar algo en el conjunto del Estado.
Nunca se han puesto de acuerdo para nada, ni van a ponerse. Es más, basta que un partido proponga algo, aunque sea bueno, para que el otro lo rechace. Sólo se han puesto de acuerdo para custodiar la llave de la caja fuerte de Caja España. Me perece cuando menos sospechoso, y los que están bajo sospecha no se merecen el voto, y mucho menos la llave de «la caja».
