MATIAS LLORENTE Y DIEGO VALLE SE CITAN EN PALACIO

Los informativos del mediodía del pasado miércoles dieron cuenta del contenido de una rueda de prensa que tuvo lugar en la Diputación Provincial, convocada por el presidente de Ugal y Ucogal Matías Llorente y por el director agrícola de Azucarera Ebro, Diego Valle Cabrera.

MATIAS LLORENTE Y DIEGO VALLE SE CITAN EN PALACIO

José Antonio Turrado Fernández*

Los informativos del mediodía del pasado miércoles dieron cuenta del contenido de una rueda de prensa que tuvo lugar en la Diputación Provincial, convocada por el presidente de Ugal y Ucogal Matías Llorente y por el director agrícola de Azucarera Ebro, Diego Valle Cabrera. Se anunciaba la contratación para 2007, por parte de la cooperativa Ucogal, de 300.000 toneladas de remolacha con la fábrica azucarera de La Bañeza, un hecho que en principio no me parece relevante pues ni me lo creo ni me lo dejo de creer, en todo caso no es una hazaña, y no veo por ninguna parte el interés periodístico, pero tampoco soy yo quien tiene que hacer esas valoraciones. Lo que no me encajaba en las primeras horas de conocida la noticia, era el papel que en todo esto jugaba la Diputación de León. Una Diputación que no pasaba desapercibida pues en la primera crónica que escuché se decía que «el Palacio de los Guzmanes fue testigo de la rúbrica..», lo que denota que la puesta en escena era importante.

El jueves día 15, ya con la noticia en los periódicos, confirmo que la Diputación nada tenía que ver con el acto, ya que se circunscribía a un acuerdo entre dos empresas privadas: la cooperativa Ucogal y la multinacional Ebro Puleva. Aclarado esto, intuyo que se elige una sala de prensa de la Diputación porque en el acto de propaganda interesa dar una cierta imagen «institucional» y colar mensajes subliminales para convencer al agricultor leonés de que la mejor opción de cultivo para el futuro es la remolacha azucarera. Desconozco si en la sala de prensa se colocaron las banderas oficiales y si la foto de Su Majestad colgaba de las altas paredes del Palacio, y también desconozco si como se hace en las grandes ocasiones, el Oficial Mayor llevó en bandeja de plata la Montblanc para las firmas. No me creo yo que el utilizar la Diputación fuera una casualidad, no me creo que fuera por falta de otro espacio, no me creo que no sirviese la sede de Ugal, y no me creo que la multinacional Ebro Puleva no tuviese presupuesto para alquilar un salón de hotel. Interesaba involucrar a las instituciones.

 

Ni como ciudadano ni por lo que represento me siento perjudicado porque Azucarera Ebro y Ucogal hayan utilizado la Diputación para un acto privado, pero creo que el diputado Matías Llorente ha confundido una vez más lo público con lo privado y ha utilizado un edificio de todos, y lo que es peor una institución de todos, para sus propios intereses. Y no me resigno a no denunciarlo y calificarlo al menos como inmoral. No parece que lo que trascendió del acto tenga nada que ver con su responsabilidad como diputado provincial de PSOE, salvo que ahora entre los cometidos del PSOE esté la compra venta de remolacha azucarera. Tampoco creo que actos como el que nos ocupa sean habituales, pues no conozco ningún caso de empresarios leoneses que para rubricar los acuerdos con clientes o proveedores utilicen las salas de la Diputación, lo primero porque nadie es tan osado como para ocurrírsele y lo segundo porque no le dejarían. Aunque bien pensado, no estaría mal que cuando un empresario leonés reciba una delegación comercial extranjera, se le ofrecieran las dependencias de Diputación, pues está claro que el presumir de poder político abre no pocos caminos y el Palacio, su torreón, sus moquetas y sus muebles de época, algo impresionan.

También creo que si lo hecho por Matías Llorente se le hubiese ocurrido a cualquier otro diputado, del equipo de gobierno o de la oposición, habrían corrido ya al día de hoy ríos de tinta en merecidas críticas. En este caso hay excepciones, cosa que no entiendo. Y tampoco entiendo el papel que en todo esto ha jugado el presidente de la Diputación, Javier García Prieto. No entendería que no se hubiese enterado, no entiendo que una vez sabido no haya cursado un amonestación formal, y no quiero ni pensar que le hubiera dado el expreso consentimiento. Quiero seguir pensando que todos los políticos no son iguales y que algunos están en esto porque luchan por unos ideales.

León, 16 de marzo de 2007.

*Secretario general de ASAJA de León.