El Comité de Apelación de la Unión Europea aprobó el lunes día 27 definitivamente la prórroga por cinco años de la utilización del herbicida glifosato. Dieciocho países votaron a favor, lo que representa poco más del 65% de la población de la Unión Europea necesaria. Nueve países se opusieron y solo un país se abstuvo, lo que permitió alcanzar la mayoría calificada requerida, en contra de una primera votación a principios de noviembre. Fue decisiva la postura de Alemania que votó a favor de la propuesta, después de solicitar cambios en el texto en relación con las restricciones sobre el uso privado de glifosato y el respeto por la biodiversidad. Países tan agrícolas como Francia e Italia han enconado su postura en contra de la prórroga del uso. La Comisión Europea, después de haber analizado las conclusiones de los comités de expertos y de las agencias independientes de la salud, y dado que todos los informes apuntaban a que se trata de un producto seguro del que no se ha podido demostrar efectos perjudiciales para la salud si se hace un buen uso del mismo, pidió una prórroga de la autorización por un periodo de 10 años. No ha podido ser la propuesta de la Comisión, que satisfacía los intereses agrarios, y se ha optado, no sin grandes dificultades, por una situación intermedia de prorrogar 5 años.
El herbicida glifosato, que se comercializa bajo diferentes nombres comerciales, tiene una gran difusión en todo el mundo y se utiliza como herbicida total antes de la siembra, sobre todo en agricultura de conservación. Tiene un precio muy competitivo, lo que junto a su gran efectividad, hace difícil que a corto plazo pueda ser sustituido por otras materias activas.