ASAJA pide un mayor esfuerzo económico a la Consejería para que el ganadero pague como máximo el 25 por ciento del coste del seguro.
LA JUNTA QUIERE IMPLANTAR UN SEGURO DE RECOGIDA DE CADÁVERES MUY CARO Y DE ALTO RIESGO SANITARIO
ASAJA pide un mayor esfuerzo económico a la Consejería para que el ganadero pague como máximo el 25 por ciento del coste del seguro.
La Junta de Castilla y León pretende poner en marcha en los próximos días un sistema de recogida de cadáveres de animales no rumiantes (porcino, aves y conejos), que puede ser en sí mismo un medio de difusión de enfermedades entre explotaciones. A los graves problemas sanitarios que ASAJA ve a este sistema de eliminación de animales muertos, más en especies que se explotan en régimen muy intensivo con una elevada carga ganadera, se suma un altísimo coste económico para la explotación que el ganadero no podrá repercutir en la venta de sus producciones. Para más agravio, la Junta hace una diferenciación entre Segovia y el resto de provincias de Castilla y León, y en todo caso, se pagan las tarifas más caras de España para este tipo de seguro.
ASAJA se ha dirigido al director general de Producción Agropecuaria de la Junta pidiendo se revise el sistema de eliminación de cadáveres de animales en este tipo de explotaciones intensivas, y que no se tomen decisiones precipitadas que pudieran tener consecuencias nefastas en la sanidad animal.
De ser intención de la Junta poner en marcha el seguro de forma inminente, ASAJA le exige que se revisen las tarifas que cobran las empresas de recogida de cadáveres, que operan en régimen de monopolio, y que la Consejería haga un esfuerzo económico para que el coste del seguro al ganadero sea como máximo el 25% de la tarifa pactada para este servicio.
ASAJA hace un llamamiento a las administraciones para que revisen una normativa sobre retirada de cadáveres de animales que se adoptó en plena crisis de las vacas locas, donde se tomaron en cuenta criterios que poco tenían que ver con la sanidad animal y la salud pública. Esta normativa excesiva y un tanto aberrante, que supone trasladar cadáveres de unas explotaciones a otras actuando como vector de enfermedades infecto contagiosas, debería revisarse de inmediato y contemplar otras opciones más baratas y sanitariamente más seguras.
León, 30 de septiembre de 2004