EUROPA IMPIDE LA ENTRADA DE ABONOS DE PAÍSES TERCEROS

El Consejo de Ministros de la UE ha aprobado el mes de diciembre de 2006 la prórroga de las medidas antidumping practicadas desde el año 2000, a través de las cuales las importaciones de urea y nitrato amónico procedentes de Argelia, Rusia, Bielorrusia y Ucrania se encuentran sometidas a derechos arancelarios para compensar el menor coste de producción en aquellos países al contar con el precio del gas, materia prima para su fabricación, a costes más bajos que los disponibles dentro de la UE. Como denuncia ASAJA esta medida va en contra del interés de los agricultores comunitarios que ven con ello incrementado los precios de los fertilizantes más consumidos, urea y nitrato amónico.

Los países concernidos son productores de gas en grandes cantidades o pueden disponer de él a precios muy bajos, lo que les permite obtener los fertilizantes de forma competitiva con relación a la industria comunitaria. Su capacidad de producción y exportación presentan tendencia creciente, lo que les convierte en grandes competidores a nivel mundial. Por otra parte, los consumos realizados en sus respectivos mercados nacionales son relativamente bajos, con lo cual la mayoría de la producción la destinan a la exportación.

De las medidas ahora prorrogadas se benefician doce empresas comunitarias, de ellas cinco están situadas en países que se incorporaron a la UE el 1 de mayo de 2004. Algunas de ellas son las siguientes: Fertiberia (España), Grande Paroisse (Francia), SKW (Alemania), Yara, antigua Hydro Agri (Países Bajos, Alemania, Italia y Reino Unido), AMI (Austria), DSM Agro (Países Bajos), Achema AB (Lituania), Duslo AS (Eslovaquia), Lovochemie AS (Chequia), Nitrogenmüvek Rt (Hungría). Los fabricantes comunitarios citados representan aproximadamente el 75% de la producción en la UE y actúan en un auténtico régimen de oligopolio.

La Comisión ha utilizado como período de investigación del comportamiento y tendencia de las importaciones y ventas el comprendido entre el 1 de julio de 2004 y 30 de junio de 2005. Desde comienzo de 2002 al citado período el consumo total de la CEE en toneladas pasó de 3.425.381t a 3.694.532t, lo que supone un incremento de un 8%, si bien es verdad que una cifra relativamente modesta de ese aumento se debe a la incorporación de los nuevos estados en mayo de 2004.

Argelia llegó a exportar en año 2003 casi 240.000t, alcanzando en ese momento un 6,7% de la cuota de mercado comunitario. En el mismo año las exportaciones rusas fueron de 81.809t, lo que representó una cuota de un 2,3%. Bielorusia envió a la UE 44.438t, un 1,2% del mercado comunitario. En ese año Rumania introdujo en el espacio comunitario 79.137t.

Durante los años 2004 y 2005 los fertilizantes argelinos continuaron estando presentes en el mercado de la UE, cosa que no hicieron los de procedencia rusa o bielorrusa. Rumania incrementó considerablemente el volumen de sus exportaciones con destino a este mercado, llegando a suponer en 2004 el 6,9% de la cuota total de consumo.

La producción comunitaria de esos fertilizantes durante el año 2003 fue de 2.768.258t, cantidad que llegó a 3.003.918t en el período 1 de julio de 2004 a 30 de junio de 2005, con un incremento de un 6% con relación a 2002.

Como entre los años considerados se ha producido un incremento del consumo la cuota de mercado de la industria comunitaria ha pasado de un 81,7% a un 73,7%, pero en esa pérdida de cuota también ha sido trascendental como se inclinaron por potenciar sus exportaciones para aprovechar una coyuntura favorable de precios en el mercado de Estados Unidos.

Por todas las consideraciones anteriores los precios de estos fertilizantes de la industria comunitaria han vendido experimentando escandalosos crecimientos, de un 34% entre 2002 y el 30 de junio de 2005, porcentaje que llega al 60 por ciento en el caso particular de España. Esa variación es superior a la de la evolución seguida por los precios del gas. Se ha constatado que la industria comunitaria es más eficiente que la de sus competidores, lo cual se debería trasladarse a los agricultores, rebajando los que venimos soportando elevados artificialmente, por el proteccionismo otorgado a la industria comunitaria frente a terceros.

En repetidas ocasiones desde ASAJA hemos mostrado nuestra preocupación por esta situación, por lo que el Consejo no puede basarse para su decisión de prórroga en que los consumidores, en este caso los agricultores, no habrían mostrado disconformidad con la medida. Otra cosa es que en la decisión final se hayan ponderado más otras circunstancias distintas al precio al que los agricultores pagamos los fertilizantes.

Los fertilizantes son junto con el gasóleo los «inputs» o medios de producción que más negativamente han influido en los últimos años en la rentabilidad de las explotaciones agrarias.

León, 5 de enero de 2007.