INTERÉS DE USURA

Una de las más reputadas entidades financieras de nuestro país que operan por Internet, publicita estos días una línea de crédito para empresas y autónomos con un tipo de interés en condiciones excepcionalmente favorables.

INTERÉS DE USURA 

Una de las más reputadas entidades financieras de nuestro país que operan por Internet, publicita estos días una línea de crédito para empresas y autónomos con un tipo de interés en condiciones excepcionalmente favorables. Esas condiciones son un tipo de interés del 7 por ciento TAE, y a mí me parece una barbaridad, me parece casi una usura, pues las entidades financieras están tomando el dinero de los ahorradores a tipos de interés marginales y se financian en el Banco Central Europeo, con barra libre, casi a coste cero. Por lo tanto, entre el precio de lo que le cuesta el dinero y el precio al que lo venden, hay casi siete puntos porcentuales, una burrada de margen en operaciones muy medidas y por tanto con poco riesgo de morosidad, que permiten sacar adelante la cuenta de resultados incluso adelgazando el balance y acometiendo costosos procesos de reestructuración difíciles de entender por la gente de la calle. Es evidente que, en un sector financiero donde desde el inicio de la crisis no existe la competencia entre compañías, los bancos marcan márgenes que le permiten, aún siendo poco eficientes, cumplir con los ratios establecidos por las autoridades monetarias e incluso repartir dividendos a los accionistas. El problema lo tienen los autónomos y pequeñas empresas que, con márgenes muy ajustados en los negocios, tienen que endeudarse para alquilar el local, comprar mercancía, invertir en maquinaria si es el caso, vender el producto, y obtener un beneficio después de pagarle al banco el siete por ciento por el dinero, escaso y bien avalado, que le han dejado. Claro que las cosas se pueden complicar más, y si la empresa tiene algún tipo de dificultades que le obliga a renegociar su deuda, lo primero que le dirá el banco es que hay que reducir el volumen de riesgo, es decir, menor importe del préstamo, que hay que renovar las garantías con más garantías, y que el tipo de interés se escribe con dos dígitos. Que nadie se engañe, hoy el negocio más fácil y rentable es el de banquero, y es así porque el Gobierno se lo permite. A costa de todos. 

Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 3 de octubre de 2014.