Las declaraciones que la Comisaria Fischer Boel efectuó el pasado día 20 y su petición a los ministros de agricultura y a la industria azucarera con el fin de que realicen un mayor esfuerzo para que el proceso de reestructuración del sector pueda tener éxito, constituyen, sin duda, una de las mayores demostraciones de cinismo de las que haya podido mostrar un político en los últimos siglos.
CONFEDERACIÓN NACIONAL ESPAÑOLA DE CULTIVADORES DE RECOLACHA Y CAÑA DE AZUCAR
EL COLMO DEL CINISMO
Las declaraciones que la Comisaria Fischer Boel efectuó el pasado día 20 y su petición a los ministros de agricultura y a la industria azucarera con el fin de que realicen un mayor esfuerzo para que el proceso de reestructuración del sector pueda tener éxito, constituyen, sin duda, una de las mayores demostraciones de cinismo de las que haya podido mostrar un político en los últimos siglos.
Cuando la Sra. Fischer Boel presentó su nueva OCM desde la CNECRCA le dijimos que estaba totalmente equivocada, porque el objetivo no podía ser hacer desaparecer gran parte de la producción de azúcar de la UE ni lo iba a conseguir con los medios que había propuesto.
Desgraciadamente acertamos en nuestros vaticinios y buena prueba de ello son sus recientes declaraciones. Repasemos algunas de sus frases.
«Los productores de azúcar que no son competitivos deberían salir ahora del sector
tanto en su propio beneficio como en favor del equilibrio global del mercado; tal es el
objetivo de nuestra reforma»
Conviene recordar que ha sido la Sra. Fischer Boel quien ha hecho poco competitivos a algunos cultivadores de remolacha y fabricantes de azúcar con los precios disuasorios que nos ha impuesto, sistema que, como ya reconoce, no funciona.
«Si esa cantidad (de reducción de producción) no se incrementa más, tendremos un excedente de 4,5 millones de toneladas, lo que corresponde al 25% de la cuota de la campaña de comercialización 2007-2008.»
Es absolutamente inaceptable este planteamiento por parte de la Comisión cuando esta no está utilizando los medios suficientes para permitir la exportación de azúcar de acuerdo con los compromisos de la UE con la OMC. Estos compromisos admiten las exportaciones de hasta 1.374.000 toneladas durante 12 meses, aunque por el momento la Comisión solamente piensa exportar 700.000 toneladas durante esta campaña debido a un error de la precisión en sus cálculos. Tampoco está haciendo nada contra las importaciones fraudulentas de azúcar de terceros países en forma de mezclas simples de cacao y azúcar o en forma de jarabes. Desde el principio del año, las estadísticas para importaciones de estos productos de Croacia se han disparado, mientras que el Consejo Europeo acaba de asumir el Protocolo de Acuerdo de Estabilización y Asociación con este país, protocolo que no tiene este problema en cuenta.
Actuando de esta forma la Comisión ¿cómo puede pedir a los Estados Miembros y a sus industrias que reduzcan la producción?
«La cantidad a la que se ha renunciado hasta la fecha es muy inferior a las expectativas que albergábamos en el momento de diseñar la reforma».
No nos extraña nada lo que dice. En primer lugar porque los cálculos que realizó la Comisión estaban hechos «para vender la burra» pero no soportaron ningún análisis con un mínimo de rigor. En segundo lugar porque, como ya le dijimos en su momento, los estímulos ofrecidos para favorecer el abandono del sector eran muy parcos para la industria e insultantes para los cultivadores.
Sin embargo, donde sus declaraciones alcanzan las máximas cotas del cinismo es cuando indica que «La Comisión no va a hacer nada por mitigar las dificultades del sector. La industria del azúcar, en colaboración con los Estados miembros, debe asumir sus responsabilidades para facilitar el proceso. Si el régimen de reestructuración fracasa, las consecuencias que se derivarán para todos son claras: no habrá ningún otro fondo para ayudar a la reestructuración de la industria y tendremos que sujetar las cuotas a una reducción lineal antes de que finalice el año 2010».
¡Increíble! En lugar de reconocer el fracaso de su política y tratar de corregirla pretende que la industria azucarera y los Estados Miembros arreglen el problema que ella ha creado con su ineptitud y cortedad de miras, porque, no olvidemos, que todo arranca de su obsesión de cumplir con la Organización Mundial de Comercio. Primero era lo de «ir a Hong Kong con los deberes hechos»; tras el fracaso de la cumbre ahora nos amenaza con una reducción lineal de cuotas antes de finales de 2.010. ¿Es que no puede tener una idea buena esta Comisaria?
En relación con la reducción de cuotas, ¿ha pensado la Sra. Fischer Boel cómo les va a quitar parte de la suya a las empresas que han comprado cuota en la campaña 2.006/07? Quizás si no les hubiera vendido un millón de toneladas, ahora la reducción necesaria sería de cinco y no de seis millones. ¿No será la futura situación en que se podrían ver inmersos franceses y alemanes, de nuevo con un gran excedente, lo que explica que la Sra. Fischer Boel haya amenazado a toda la UE de las consecuencias de no abandono por los países que la Comisión había decidido que tenían que dejar la producción?
Ante las palabras de la Comisaria ¿qué va hacer ahora la Ministra Espinosa? ¿Seguirá diciendo que la OCM es buenísima y la forma en que ella llevó las negociaciones fue magistral?
Sra. Ministra, la Comisaria le ha dejado en muy mala situación, y además le pide que sea Vd. junto con la industria quien arregle el problema.
Pensamos que la menos mala de las salidas que nos queda, por no decir la única, es ir cuanto antes (en 2.007/08) a la reducción del 50% de cuota. De esa forma conseguiremos que tanto los que se tengan que ir como los que se puedan quedar, lo hagan en las mejores condiciones, y además Vd. quedaría muy bien ante la Comisaria. Seguiremos informado sobre este asunto.
Madrid, 28 de noviembre de 2006