PROPUESTAS DE ASAJA DE LEON A LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN PARA SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS DE BRUCELOSIS Y TUBERCULOSIS BOVINA EN LA MONTAÑA ORIENTAL LEONESA

 

 

 

 

 

1.    La problemática sanitaria en las ganaderías de la Montaña Oriental leonesa, con altas positividades en tuberculosis y brucelosis, no es ajena al entorno en el que se desarrolla esta actividad, es decir, el pastoreo en extensivo en zonas de alta montaña donde con frecuencia se comparten pastos o es muy difícil garantizar el aislamiento de los rebaños, así como los efectos de la fauna salvaje en la difusión de enfermedades comunes con los animales domésticos. Se trata de explotaciones familiares muy vulnerables desde el punto de vista socioeconómico, por lo tanto, se requiere de una política global que aborde la problemática en su conjunto, un plan  de acción de defensa y desarrollo de la ganadería de montaña leonesa. Este plan que propone ASAJA podría ejecutarse de diferentes formas jurídicas, dependiendo de la voluntad política: la creación de una Ley de Agricultura de Montaña, un desarrollo específico en el Programa de Desarrollo Rural o un Decreto con un amplio contenido que, solucionando los problemas,  no contravenga normativa de rango superior. El programa de actuación en las zonas de montaña, que propone ASAJA, contemplaría normas específicas en materia de sanidad animal, un mejor reparto de los fondos de la política agrícola común (PAC), una regulación de pastos, servicios administrativos específicos, infraestructuras agroganaderas  (concentraciones parcelarias, polígonos ganaderos,…) y estructuras de comercialización.

 

 

2.    La organización agraria ASAJA considera que como norma general, pero en particular  en las zonas de especial incidencia de estas enfermedades, como es la que nos ocupa, el saneamiento ganadero se ha de ejecutar en todos sus términos de forma exclusiva por veterinarios oficiales de la Junta de Castilla y León, con rango de funcionarios. ASAJA ha reiterado en numerosas ocasiones, ante los responsables de Sanidad Animal de la Junta, que no confía en la imparcialidad de las empresas contratadas para gestionar el saneamiento ganadero, ni en la adjudicataria del servicio de este año ni en las de años anteriores.

 

 

3.    ASAJA de León considera que en el saneamiento ganadero, y con el fin de poner de manifiesto la problemática más local, han de jugar un papel relevante los jefes de SAC y de UU.VV., así como el  jefe de la Sección de Ganadería de la provincia, y por supuesto el Jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería. ASAJA de León lamenta que no esté cubierta la plaza de Jefe de Sección de Ganadería de León y exige que dicha plaza se cubra de forma inmediata, recayendo dicha responsabilidad en la persona que mejor responsa al perfil que se necesita.

 

 

4.    Ante el rebrote de la brucelosis bovina, una década después de solucionado un problema similar en la misma zona geográfica de la Montaña de Riaño, ASAJA considera que corresponde a la Junta  informar detalladamente de los motivos que han llevado a esta situación, de las medidas que se han de adoptar para solucionar el problema, de los plazos previstos y del coste económico y social que le va a suponer a los afectados. ASAJA, que es quién hace una década solicitó la “declaración de zona de especial incidencia de brucelosis” y que en etapas más recientes pidió la declaración de “zona de especial incidencia de tuberculosis”, considera que en estos momentos procede de nuevo la declaración de “zona de especial incidencia de brucelosis” en los municipios afectados de la Montaña Orienta leonesa, una declaración que ha de ser inmediata, ha de poner en marcha la vacunación obligatoria en las ganaderías afectadas, se han de minimizar los inconvenientes que acarrea la vacunación, y ha de estar dotado de un presupuesto económico suficiente.

 

 

5.    Siendo ASAJA de León la organización que suscitó en su día el debate sobre la incidencia de las enfermedades de las especies salvajes en la sanidad animal de los animales de abasto, la organización considera que la Junta de Castilla y León no le ha dado al problema la importancia que se merece y fruto de ellos son los fracasos que se están viviendo en sanidad animal en zonas como la de Riaño. El programa de control de las enfermedades de las especies salvajes (Plan Nacional de Vigilancia de la Fauna Silvestre) no se ejecuta en su totalidad, no es ambicioso, no tiene como objetivo erradicar la enfermedad y no hay una colaboración leal  con Agricultura de otras  consejerías (en particular Medio Ambiente).

 

6.    ASAJA defiende el principio de que la erradicación de la brucelosis y tuberculosis bovinas en ciertas zonas de montaña es algo imposible y por tanto se ha de legislar para conseguir niveles de positividad bajos que permitan la viabilidad económica de las explotaciones. Siendo así, se ha de modificar la normativa para permitir el traslado de animales para cebo, de explotaciones en las que se haya detectado positividad, a cebaderos no calificados sanitariamente. Este principio de “erradicación imposible” que defiende ASAJA,  justifica otra petición de la organización: poder reponer en la explotación cuando los animales positivos y por tanto sacrificados sobrepasen el 25% del censo de la explotación. Con bajas superiores al 25% y sin posibilidad de reponer la explotación es económicamente inviable y por tanto se corre un alto riego de que el ganadero abandone la actividad, circunstancia que ha sido habitual en la comarca de Riaño. El vaciado sanitario debe de ser una medida de carácter muy excepcional, que se adopte cuando técnicamente esté probado que es la mejor solución, y ha de contar siempre con las conformidad del titular de la explotación.

 

 

7.    El ganadero (y por extensión organizaciones agrarias como ASAJA) manifiesta una desconfianza en los procedimientos y métodos analíticos, y ante ello la Junta no ha hecho nunca nada para despejar las dudas y con ello tener la colaboración y complicidad del sector para luchar conjuntamente contra estas enfermedades. ASAJA exige más trasparencia en los procedimientos analíticos y resultados de los controles de calidad de los laboratorios (ahora no hay ninguna), acortamiento de los plazos de obtención y comunicación de los resultados, así como establecimiento de mecanismos que permitan “una segunda opinión facultativa”. ASAJA exigió en su día que los laboratorios fuesen acreditados en sus técnicas por empresa facultada para ello –ENAC-, pero la organización desconoce el estado actual de dicha acreditación y si se extiende a todas las técnicas analíticas de diagnóstico que se practican.

 

8.    Al menos en estas zonas de montaña se han de revisar al alza los  baremos de indemnización por sacrificio para que sean acordes con el valor real de mercado y se compense la pérdida de producción. ASAJA exige compromisos de pago en plazos no superiores a  60 días tras el sacrificio. La Junta ha de establecer mecanismos para evitar que los animales “marcados” en las campañas se devalúen más del 50% -cuando el destino de las canales no va por otro circuito distinto-, lo que supone un enriquecimiento de los intermediarios en detrimento de la economía de los ganaderos (un enriquecimiento a consta de la desgracia del ganadero que tiene que sacrificar sus animales).

 

 

9.    La Junta debe de poner en marcha una línea de subvención al seguro ganadero, al menos en estas zonas de montaña, para pólizas en las que se contrate la garantía opcional de indemnización en el caso de sacrificio obligatorio por saneamiento ganadero.

 

 

10.                      La falta de infraestructuras para el cebo de terneros, así como las deficiencias en los canales de comercialización, son cuestiones que ha de tener en cuenta la Junta. Se ha de facilitar las autorizaciones en licencias de obra y actividad para la construcción de apriscos y cebaderos y se ha de establecer una línea de subvenciones para estas inversiones que, siendo siempre necesarias, son imprescindibles ante un problema sanitario que limita el movimiento de los animales.

 

 

León, 19 de agosto de 2013.