Una empresa privada, Azucarera Iberia, ha anunciado esta semana que anticipará a los agricultores remolacheros que lo soliciten, en concepto de cobro a cuenta de la futura entrega de la raíz, hasta 1.000 euros por hectárea cultivada.
Anticipos de cobro
Una empresa privada, Azucarera Iberia, ha anunciado esta semana que anticipará a los agricultores remolacheros que lo soliciten, en concepto de cobro a cuenta de la futura entrega de la raíz, hasta 1.000 euros por hectárea cultivada. Esta medida debe de ser eso que ahora se llama “el compromiso social de las empresas”, y que tanto gusta que figure en la memoria anual que se entrega a los accionistas. Sea como sea y por lo que sea, lo cierto es que la medida está bien y se agradece, pues el sector necesita liquidez ante el retraso en las cosechas de maíz y remolacha, el retraso de las ayudas de la PAC, y el fuerte endeudamiento de los productores en las comarcas en las que se están modernizando los regadíos y se han visto obligados a invertir una media de cuatro mil euros por hectárea para poder regar. Quien esto lea se preguntará, ¿pero no son los bancos los que tienen que prestar el dinero cuando se necesita?. Y la respuesta es que los bancos, por lo general, están refinanciando operaciones de crédito que entran en mora al no ingresar el agricultor, en las fechas razonablemente previstas, el importe de su cosecha y las subvenciones o ayudas a las que tiene derecho. También están financiando al agricultor, este año más que otros, las empresas que venden las semillas, los fitosanitarios y los abonos, que en no pocas ocasiones tienen los cobros pendientes hasta que el cliente, el agricultor, dispone de liquidez a final de año. La medida adoptada por Azucarera es insólita en esta empresa, y no es muy frecuente en general, pero hay que decir que no es la única, pues otras como las que tienen contratos de integración ganadera en especies como el porcino o la avicultura, suelen hacer pagos a cuenta, a petición del ganadero integrado, antes de la venta de los animales. El sector agropecuario es consciente que sus ingresos no son una nómina y que por tanto no llegan a la cuenta en una fecha cierta, y prueba de ello es lo que está ocurriendo este año. Pero cuando los retrasos tienen causa administrativa, cabrea bastante.
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 4 de diciembre de 2015.