Recientemente el banco España Duero ha hecho público su informe sobre el sector agrario en Castilla y León, elaborado por un grupo de analistas económicos.
Renta agraria
Recientemente el banco España Duero ha hecho público su informe sobre el sector agrario en Castilla y León, elaborado por un grupo de analistas económicos. Poco que objetar: está bien trabajado, entregado en fecha, lo que dice es coherente, y en general es un documento útil para conocer la realidad del sector agroganadero de Castilla y León, con la ventaja de que aporta datos segregados a nivel de provincia. Según los autores, el pasado año los agricultores y ganaderos de León tuvieron una renta por ocupado de veintisiete mil ciento setenta euros. Es discutible, pero si lo damos por bueno, lo primero que hay que restar es el pago de las rentas de la tierra, que no es poco, pues el agricultor profesional trabaja en arrendamiento, de media, más del setenta por ciento de lo que cultiva. Después, si queremos comparar los importes con la nómina de un asalariado, tenemos que restar lo que serían pagos a cuenta a Hacienda, y restar la cotización a la Seguridad Social, y dividir lo resultante entre 14 mensualidades. Hecha esta cuenta, la hipotética nómina de este agricultor, de media, se quedaría en escasos mil euros, cantidad que se me antoja modesta para quién además de trabajar arriesga un capital y afronta adversidades climáticas y de mercado. Pero es más, los autores del trabajo de España Duero han calculado la renta por ocupado dividiendo la renta agraria entre el número de ocupados que publica la Encuesta de Población Activa (EPA), obviando que al menos un treinta por ciento de la renta agraria se queda en manos de agricultores a tiempo parcial y jubilados que siguen en activo, y que oficialmente no son gente ocupada en el campo. En resumen, este sector, que ha hecho un gran esfuerzo en competitividad, y que ciertamente recibe unas bien merecidas ayudas públicas de la Política Agraria Comunitaria, no es capaz de conseguir una remuneración digna equiparable a otros sectores productivos. La solución ha de pasar por producir más, vender mejor, y tener menos costes, pero la cuestión es que todo esto no es fácil.
Artículo de opinión de José Antonio Turrado publicado en La Nueva Crónica del viernes 23 de septiembre de 2016